Chicotazos

  • Debate y falso amor por Acapulco

Por Francisco Javier Flores V.

Los acapulqueños tendremos la oportunidad este viernes por la tarde de presenciar el debate que protagonizarán los diez candidatos inscritos por la presidencia municipal.

En términos estrictos, atendiendo el significado de la palabra, debate es controversia, discusión. También es contienda, lucha, combate.

En su concepto, debatir es enfrentar dos o más opiniones acerca de un determinado tema polémico o al menos discutible desde diversos puntos de vista.

El debate se caracteriza por ser una discusión estructurada con réplicas por parte de un equipo defensor y por otro que esté en contra de la afirmación planteada.

Honestamente respondámonos esta pregunta, ¿qué es lo que realmente esperamos de este ejercicio que hoy toca moderar a los periodistas Karina Gómez y Marco Antonio Aguileta?

Hay quienes quisiéramos, y es lo que a todos nos convendría, escuchar propuestas de desarrollo y bienestar para Acapulco y que el que las plantee las defienda con argumentos sólidos y quien se las cuestione que tenga también los elementos para opinar en contrario, todo en un ambiente civilizado y maduro.

Desafortunadamente, y para desgracia de nuestro querido puerto, lo que veremos será otra cosa.

Y no es que seamos adivinos, pero lo que hemos visto a lo largo de poco más de un mes de campañas es lo que tendremos en este ejercicio organizado por la autoridad electoral, y no es otra cosa que denostaciones y ataques a la intención de la alcaldesa Abelina López de reelegirse.

Algunos, incluso, dejaron a un lado la imaginación, la creatividad de generar un eslogan de impacto en sus campañas, para irse por el camino fácil de la frase “no reelección”, sin reparar en que, nos guste o no, quien busca dar continuidad a su proyecto político es porque la ley se lo permite. Y, ojo, no es solamente Abelina la que va en busca del voto para repetir en el cargo.

Algunos se preguntarán ¿por qué solamente a Abelina le cuestionan la reelección? La razón es sencilla y aquí se las vamos a decir: Poco más de 4 mil 500 millones de pesos anuales.

Nadie cuestiona que un diputado local, que un diputado federal o un senador se reelijan. Y no se les critica porque en realidad no están haciendo nada incorrecto. La ley les permite estar en la contienda buscando el voto para dar continuidad a sus proyectos políticos, sólo que éstos no manejan recursos, no ejercen ningún presupuesto. Esa es la gran diferencia y es la realidad.

Ese es el meollo del asunto, la explicación del por qué Abelina se convirtió, como el negro de la feria, en la candidata que más ataques ha recibido, yo diría que incluso de manera exagerada, rayando en la misoginia, en la violencia política en razón de género que las autoridades en la materia tendrán que revisar, así es que no esperemos civilidad, sobre todo de esos muchachitos que aseguran tenerle mucho amor a su municipio.

El amor, más bien obsesión, es a esos más de 4 mil 500 millones de pesos de presupuesto anual que a algunos, incluso, parece que los ha vuelto locos, porque andan como desquiciados fingiendo ese repentino amor por Acapulco.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *