- El destino de la permisividad
Por Francisco Javier Flores V.
Hace algunos años, durante uno de esos gobiernos municipales que los acapulqueños quisiéramos que no se repitieran nunca, a alguien se le ocurrió acuñar la frase: «En Acapulco no se infracciona al turista».
Viéndola o escuchándola a la ligera, parecería que con ello se daba a entender que somos buenos anfitriones, que nos gusta cuidar a quienes nos visitan y que aunque cometan alguna falta se les dispensa porque pues nos están haciendo el favor de venir.
Sin embargo, analizándola bien, en realidad esa frase nos pinta como un destino turístico donde quienes vienen a pasear pueden hacer lo que les venga en gana, excederse, violar flagrantemente las reglas, abusar, exigir, vandalizar e, incluso, delinquir y no pasa nada.
La muestra más genuina de esto es el llamado Acamoto, que año con año, gobierne quien gobierne, sea del partido que sea, se lleva a cabo en nuestro puerto con toda la carga negativa que implica, incluidos el desenfreno, el desquiciamiento de las vialidades, en especial la costera Miguel Alemán, el ruido, la contaminación, el exceso en el consumo de drogas y alcohol, ya no digamos los escándalos que dejan muy mal parado a nuestra de por si vapuleada imagen.
Pues resulta que ayer inició el Acamoto de este año y de buenas a primeras no les gustó otro lugar más para hacer unas de sus primeras demostraciones de ruido, potencia y escándalo que la gasolinera de la Diana, que en la noche se vio inundada de motociclistas y espectadores.
Sólo por curiosidad, ¿se imaginan un chispazo provocado por la fricción de las llantas, la ignición violenta de motores o por algún irresponsable fumador, enmedio de las bombas que despachan combustible?.
Pero bueno, están en Acapulco, aquí donde al turista no se le infracciona, donde todo se les permite, donde pueden excederse, vandalizar, drogarse, emborracharse, encuerarse y hasta matarse o matar a quien se les atraviese.
No se les olvide la otra bendita frase de nuestros flamantes turistólogos: «Habla bien de Acá».