•Acciones afirmativas: cinismo y desvergüenza
Por Francisco Javier Flores V.
Se les llama también “acciones positivas”, “medidas positivas”, “discriminación en sentido inverso”, “discriminación positiva”, pero son más conocidas en el argot político como acciones afirmativas.
Se trata, básicamente, de dispositivos jurídico-políticos que en teoría tendrían como propósito compensar las condiciones de discriminación que sufren ciertas poblaciones en el ejercicio de sus derechos.
Después del éxito de las mujeres en su exigencia de tener representación política desde la legalidad electoral, las poblaciones que se han atendido recientemente en este mismo sentido desde las acciones afirmativas han sido personas pertenecientes a pueblos indígenas; afromexicanas; personas en condición de discapacidad; migrantes y residentes en el extranjero; jóvenes; y personas de la diversidad sexual (y de género).
Sin embargo, la actitud cínica y desvergonzada con que los principales partidos politicos han utilizado las acciones afirmativas en este proceso electoral, despojando a quienes deberían ser los auténticos beneficiarios de estas luchas, viene a dar al traste con todo lo que se supone se había avanzado.
Asi, vemos candidatos a senadores indebidamente representando a los afromexicanos; candidatas y candidatos a diputadas y diputados locales y federales que de la noche a la mañana resultaron ser de la comunidad LGBT, afromexicanos o indígenas; un junior millonario que resultó ser migrante y un caso por demás indignante, el de un individuo que ha sido regidor y diputado por el PRI y ahora nuevamente va por la coalición Fuerza y Corazón por México como candidato a diputado, pero usurpando un lugar de las personas con discapacidad. El cerebro, seguramente, es el que no le ha de funcionar bien, con todo respeto para las personas que realmente tienen capacidades diferentes.
En el fondo, mientras en la oferta de los partidos no estén perfiles políticos que legítimamente representen las demandas de estas poblaciones consideras como vulnerables, la deuda histórica que se tiene con ellas seguirá vigente.