Bajo Fuego

  • Templanza Por José Antonio Rivera Rosales

Al final del día, la gobernadora Evelyn Salgado supo atemperar el conflicto surgido cuando policías estatales asesinaron al normalista Gothan Gómez Peralta, el pasado 7 de marzo.
A raiz de que policías del estado dispararon contra los normalistas en la fecha citada, surgió la sombra ominosa de una nueva confrontación con ese sector estudiantil que ha sido historicamente beligerante, al extremo de que ha generado un sentimiento de hartazgo entre la población civil de Chilpancingo, que ya dio cuerpo a su demanda por la desaparición de la escuela normal.
En toda esta problemática valdría la pena exponer algunos puntos de reflexión.

  1. El crimen de Gothan Gómez debe quedar totalmente esclarecido ante la opinión pública, que se quedó en la más absoluta confusión después de conocerse versiones encontradas entre el gobierno del estado y el comité estudiantil de los normalistas.
  2. La primera version oficial, que estuvo avalada por el secretario general de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso, fue que los jóvenes accionaron un arma de fuego contra los uniformados, razón por la que éstos respondieron.
  3. Naturalmente que la versión oficial fue refutada por los normalistas, con apoyo del Centro Minerva Bello, que aseguraron que los jóvenes fueron agredidos sin razón por los uniformados.
  4. Estaban en ese alegato cuando la joven mandataria se reunió con el comité estudiantil de Ayotzinapa, a quienes ofreció que se aplicaría la ley sin distinción alguna. La sorpresiva intervención de la joven mandataria permitió contener una ola implosiva de protestas de los jóvenes estudiantes.
  5. Luego, el anuncio del presidente López Obrador de que el policía homicida había escapado calentó nuevamente los ánimos y centenares de normalistas arremetieron contra la Fiscalía General del Estado, donde causaron lesiones a una veintena de agentes de la Guardia Nacional e incendiaron una oncena de vehiculos.
  6. La gobernadora, en un acto de congruencia, procedió a separar del cargo tanto al secretario de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso, como al secretario de Seguridad Pública, general Rolando Solano Rivera, quienes habian avalado la versión del tiroteo entre normalistas y policías.
  7. La situación se convirtió en un embrollo dado que, hasta el momento, se desconoce con exactitud lo que pasó esa noche del 7 de marzo. Por ello, sería saludable que el gobierno estatal de a conocer el peritaje de balística forense así como el examen toxicológico del joven fallecido. El peritaje permitiría saber si disparó o no el arma encontrada en la camioneta. Hasta el momento información extraoficial determinó que no existen orificios de salida en el vehículo, sólo impactos de entrada.
  8. Si existe indicio de que el normalista accionó el arma que encontraron en la camioneta, entonces habría elementos para presumir que efectivamente estuvo en riesgo la vida del policía que disparó. Si no es así, entonces claramente hubo aquí una ejecución extrajudicial y la sanción deberá aplicarse sin cortapisa a los uniformados implicados.
  9. Habrá que determinar la responsabilidad del normalista detenido, que fue el que aprehendieron los uniformados. En todo caso, si había consumido cocaína, como trascendió en un reporte de prensa, ello no necesariamente lo implica en hechos delictivos.
  10. Pero todo este embrollo lo causó, paradójicamente, la dependencia responsable de la persecución del delito, la Fiscalía General del Estado, que inexplicablemente tomó conocimiento de los hechos hasta 24 horas después de los acontecimientos. No existe ninguna justificación para esa grave omisión de responsabilidad. Por razones que nadie ha explicado, la fiscalía local no recibió a los detenidos a pesar de que la Secretaría de Seguridad Pública ya los había presentado a declarar en una agencia del Ministerio Público.
  11. Lo peor es que la aún titular de la FGE, Sandra Luz Valdovinos, se ha comportado de manera ofensiva y desafiante frente a la gobernadora Evelyn Salgado, ignorando su investidura como mandataria electa por los guerrerenses. Aunque la gobernadora se había conducido con tolerancia frente a los desplantes de la (ex) fiscal, todo tiene un límite y los actos de omisión y arrogancia sólo la condujeron a ser destituida de ese puesto, con todo y que haya sido recomendada por el titular de la Defensa.
  12. Al mando territorial del Ejército toca retirar al personal militar que había asignado como seguridad personal e institucional de la teniente coronel Valdovinos, que oficialmente desde esta fecha dejó de ser fiscal del estado de Guerrero.
  13. En efecto es así porque el Congreso ya hizo público un acuerdo parlamentario para designar un nuevo fiscal estatal. En la convocatoria respectiva, fijan las fechas próximas del 22 al 24 del mes en curso para recibir los documentos de quienes aspiren a ocupar ese cargo.
  14. Pero la historia de este desencuentro no acaba aquí: existe un procedimiento en curso de más de 500 exempleados de la fiscalía que fueron corridos de la peor manera por Valdovinos, con el fin de abrir espacio a sus amigos militares. Además, hay una investigación en curso sobre el desvío o mal uso de miles de millones de pesos del presupuesto de la fiscalía, que nadie sabe a dónde fueron a parar. Si la indagatoria sigue su curso, como es deseable, entonces Valdovinos podría terminar en prisión por la presumta comisión de peculado en agravio de las finanzas públicas.
  15. En todo caso, el manotazo de Evelyn demostró, de golpe y porrazo, que hay un gobierno firme en el estado de Guerrero. Según como evolucionen los acontecimientos -especialmente por las pesquisas de la Fiscalía de la República (FGR) que atrajo el caso-, habrá que determinar el rumbo jurídico de este conflocto que en algún momento amenazó con meter a los guerrerenses en una situacion de ingobernabilidad, como en 2014.

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