- El PRD, Narciso y el Caballo de Troya
- Por Roberto Santos
Finalmente el PRD en el estado de Guerrero ha decidido fajarse los pantalones y desconocer al “tanque de la política” (Rogelio Ortega dixit), Ángel Aguirre Rivero.
Con esto dan por concluido lo que por muchos años se percibió como una verdad: el ex gobernador era el que partía y repartía el queso en el PRD.
Para quienes analizan la política, creen que el think tank puede estar dominado por “Narciso”, el personaje mítico griego “representado por un joven con una apariencia bella, hermosa y llamativa. De quien tanto hombres como mujeres se enamoraban de él, pero éste los rechazaba.”
La psicología define este tipo de personalidad con varias características, y una de ellas es que son ególatras, al buscar la atención de los demás.
Carecen de empatía al buscar reconocimiento externo para reforzar su autoimagen y autoestima.
Si eso no fuera suficiente, poseen una autoimagen distorsionada al no poder reconocer sus defectos e idealizan su personalidad.
Es decir, creen que son lo máximo en lo que hacen.
Hoy, Ángel Aguirre se reúne con representantes de Morena, del PRD, del PRI, del PAN, de MC y da por sentado que Claudia Sheinbaum va a ser la presidenta de México y hasta se adelanta a darle algunos consejos, por si los necesita.
Él mismo ha dicho que se reúne con quien lo quiera escuchar y que lo hace para que le vaya bien a México y a Guerrero.
No hay que olvidar que cuando fue gobernador dejó la conducción de su gobierno en manos de uno de sus sobrinos.
Un descuido generado por el poco control de sus impulsos instintivos al servicio del “principio del placer”, como lo define el psicoanálisis.
Este principio interviene en las necesidades y deseos de gratificación y hace que por momentos sintamos que la felicidad nos desborda cuando se han cumplido aquello que tanto deseábamos, como la gubernatura, por ejemplo, y el ser llamado “Jefazo”.
El principio del placer modifica la percepción de la realidad, al ser la energía que se genera en el inconsciente y está al servicio del Ello. Es la parte instintiva.
Quizá eso es lo que en parte pueda explicar lo errado de su gobierno y que terminara de una manera estrepitosa.
Por lo pronto, Aguirre mueve piezas en varias pistas con la intención de acrecentar su poder, su autoestima y reconocimiento.
Sin embargo, el PRD ya entendió que el juego del “Jefazo” atiende a la necesidad de dominación, impulsado por su propia necesidad de mirarse a sí mismo, de regodearse de su propio narcisismo.
El sol azteca, semejante a la ninfa Eco, en manos de Aguirre ha perdido su identidad, y lo que era, se ha convertido en un simple eco de quien lo ha dominado.
En la Ilíada, Príamo no entendió la jugada de los Aqueos, y permitió que destruyeran su ciudad con el famoso caballo de Troya.
Afortunadamente para el PRD, aunque tarde, finalmente han reaccionado al desconocer al que se presentaba como el máximo pastor de las tribus, y es probable que aún tengan tiempo de reparar el daño que les ha hecho.