- Otra vez, anuncia paro el transporte
- Mientras, 500 policías vigilan Chilpo
EL GOBIERNO DEL ESTADO, sin duda, está haciendo lo que supone debe hacer para resolver la crisis de inseguridad que existe, no solo en Chilpancingo, sino en todo Guerrero. Sin embargo, los esfuerzos parecen no ser suficientes, pues en el caso de la capital del estado, el transporte ha anunciado un nuevo paro, y las escuelas, públicas y privadas, incluidas las que corresponden a la Universidad Autónoma de Guerrero, han anunciado para este lunes nuevamente la suspensión de clases.
Es cierto. Los más de 500 elementos de la Policía Estatal, Guardia Nacional y Secretaría de la Defensa, que han sido desplegados en la ciudad para brindar seguridad y vigilancia al transporte público, principalmente en las bases de las diversas rutas, tanto de urvans como de taxis, lo mismo locales como foráneos, permitió el fin de semana prácticamente normalizar el servicio, el cual, se ha anunciado, volverá este lunes a suspenderse.
Sin embargo, habrá que decirlo, las amenazas a los trabajadores del volante, presuntamente por grupos de la delincuencia organizada que mantienen una guerra por el control de Chilpancingo, ha llevado al anuncio de que nuevamente los transportistas volverán a dejar de prestar el servicio, para evitar ataques con consecuencias funestas, pese a los esfuerzos del gobierno estatal para garantizarles seguridad.
Por supuesto que habrá que reconocer el trabajo del gobierno del estado en este sentido, es decir, en el resguardo al servicio de transporte que tiene por objeto la movilidad de la población para que ésta realice sus actividades cotidianas, desde ir al trabajo, al mercado, y llevar a los niños a la escuela, entre otras muchas, lo que finalmente repercute en la economía local; no obstante, parece ser que no es suficiente lo que se está haciendo.
Y es que al paralizarse el transporte, prácticamente se paraliza todo, como sucedió los primeros días de la semana pasada, precisamente por la violencia existente, y por ahora, en contra del transporte público urbano.
Sí. Es bueno que con este despliegue de vigilancia y seguridad para la operación del transporte público, lo mismo en las bases de taxis y urvans locales como en los sitios de ruta foráneos, estén presentes las fuerzas del orden. Sin duda es un gran paso, como primera medida, pero, hay que decirlo, será complicado para las autoridades estatales y federales estar de manera permanente dando acompañamiento al transporte público.
Indudablemente que sería benéfico para Chilpancingo que los más de 500 efectivos de la Policía Estatal, Guardia Nacional, Ejército y Marina, se queden permanentemente en la ciudad capital para dar seguridad a los capitalinos, y no sólo al transporte público, con el fin de reducir la comisión de delitos; sin embargo, está visto, y como ejemplo está Acapulco, con los 10 mil elementos que tiene presentes, el índice delictivo no se ha reducido.
Por cierto, algunos grupos de taxistas, y gentes ligadas al transporte, han llamado para este lunes, 12 de febrero, a una marcha para exigir a las autoridades seguridad para los trabajadores del volante, mientras el gobierno del estado busca convencerlos de que la vigilancia está asegurada, además de generar acuerdos para que se normalice el servicio.
Mientras tanto, hay que decirlo, diversas escuelas, de todos los niveles, tanto públicas como privadas, incluyendo las de la Uagro, han anunciado suspender las clases ante la falta del servicio del transporte, pero también por la violencia existente, lo cual, ciertamente resulta sumamente grave, por las consecuencias que ello implica en una ciudad capital como Chilpancingo que requiere, como todos los pueblos, de la educación de sus hijos para salir adelante.
Concluyo. La situación es grave, y hasta ahora no se observa una solución efectiva. Sin duda hace falta, mucho más, el apoyo del gobierno federal, toda vez que el gobierno estatal hace lo que puede.
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