Zona Cero

  • Dejar a los niños en paz

Por Roberto Santos

Dicen algunos teóricos que infancia es destino.
Por eso debe de preocupar y ocupar a las autoridades para atender a los niños que fueron presentados como parte de una policía comunitaria.
Quienes realizaron tal acción argumentan que han sido atacados por una banda del crimen organizado, pero cometen un error al pretender utilizar a los niños como frente de defensa de su comunidad.
Esto sucedió hace unos días en la comunidad de Ayahualtempa, municipio de José Joaquín de Herrera, en la montaña de Guerrero.
Armar a las niñas y niños para integrarlos a la vigilancia de su comunidad y eventualmente hacer frente a quienes los agreden, es violatorio de sus derechos humanos, y ya la ONU ha tomado cartas en el asunto.
Su argumentación es que ha incrementado la violencia en la zona y por la desaparición de una familia en Zacatepec.
Al respecto, debe ser la Fiscalía General del Estado la institución que debe comprometerse a investigar a fondo el asunto de la desaparición de la familia y que no quede en el olvido.
Le toca al nuevo secretario de Seguridad Pública diseñar la estrategia adecuada para reforzar la seguridad en esas comunidades para que dejen en paz a las niñas y niños.
Bien podría el DIF estatal y el municipal de José Joaquín de Herrera realizar una campaña intensiva para quienes han decidido armar a las niñas y niños, para educarlos en la atención de la niñez para que les permitan desarrollar sus etapas psicológicas del desarrollo libres de violencia.
Por lo pronto, vemos la preocupación de la gobernadora del estado Evelyn Salgado Pineda al pedir a los titulares de las instituciones relacionadas con la seguridad de los infantes a intervenir para protegerlos de los adultos.
Por su parte, Alan García, representante de la ONU en México, señaló que no es la ruta reclutar a niños, por ser un acto de violencia en contra de los éstos, quienes no tienen plena conciencia de lo que hacen.
El director de Gobernación en Guerrero, Francisco Rodríguez, fue muy claro al decir que armar a niños es considerado abuso infantil.

Aclaró que esa acción fue un intento de presión política por parte de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias.

Queda claro que armar a las niñas y niños es un contrasentido por esa policía comunitaria y que debería ser castigado por las instituciones pertinentes para que jamás vuelva a suceder lo mismo.

Los adultos deben aprender a dejar a los niños fuera del uso de las armas.

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