Zona Cero

  • Pan y circo, ofrece Abelina en Acapulco

Por Roberto Santos

El origen de la expresión “pan y circo” proviene de la antigua Roma.

Nació como un distractor social y ha sido tan efectivo que se sigue utilizando para entretener a la población cuando existen problemas, para que no piensen en ellos, y se mantengan felices por el tiempo que dure la fiesta.

Es una medida eminentemente de control político y social a la que se ha recurrido por cientos de años y sigue dando resultados.

Será que eso pretende conseguir la presidenta municipal de Acapulco al programar la presentación de los Aguilar ante la molestia de la gente por la desarticulación de los servicios públicos.

Será que ya encontró la manera de congraciarse con la población que sufrió el paso de Otis y la devastación que dejó.

Así como con quienes siguen haciendo fila para recibir enseres y con quienes se quejan por no haber sido censados para recibir apoyos.

Y también con los vecinos que siguen padeciendo la basura en las calles, y por la incapacidad de servicios públicos para levantarla.

Además del show de los Aguilar, también estará en Acapulco Susana Zabaleta en el marco de la conmemoración de la Nao de China.

Los eventos serán gratuitos.

Está claro que esto no es producido por alguna distorsión cognitiva de la maestra Abelina.

En el esquema de pan y circo, todas las actividades serían para tratar de provocar felicidad a la población, que olviden sus penas, sus duelos y cuelguen su luto por los días que dure las festividades.

Pero quizá lo principal, que le ayude a levantar su imagen ante la ciudadanía.

Igual que antes lo hacían los Césares.

Para cubrir esa presentación, se rumora que serán ocho millones de pesos que saldrán de las arcas del ayuntamiento.

Millones que bien pueden utilizarse para reparar un porcentaje de los semáforos descompuestos o profundizar en la recolección de basura.

Al menos podría comprar 5 carros recolectores de basura que tanta falta hacen en la ciudad de Acapulco.

O ponerle gasolina a las 100 patrullas que rentó y que salgan a vigilar las calles de Acapulco para tratar de disuadir la violencia criminal en ascenso.

Pero hay prioridades.

Y la de la presidenta de Acapulco, al parecer, es que el “pan y circo” le funcione como estrategia política electoral y le alcance para ser tomada en cuenta al momento de las definiciones políticas.

¿Será que lo conseguirá?

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