- No son iguales
- Del huipil a la mezclilla
Por Francisco Javier Flores V.
La situación de emergencia padecida en Guerrero, principalmente en los municipios de Acapulco y Coyuca de Benítez, después del paso del huracán Otis, no daba lugar para actos de simulación ni falsas poses, mucho menos para frivolidades.
Es increíble que haya quienes insistan en señalar que el presidente Andrés Manuel López Obrador no ha ido a las calles o colonias a realizar recorridos a caminar entre lodo y charcos de agua y tomarse fotos y videos con las familias damnificadas, como en el pasado, en ocasión de otros desastres por fenómenos naturales, lo hicieron gobernantes en turno.
Esas voces, evidentemente malintencionadas, se olvidan que López Obrador lo ha repetido hasta el cansancio y con toda claridad, sobre todo cuando tratan de hacer analogías con sus antecesores: “No somos iguales”.
Y en efecto, es muy diferente la forma de gobernar, yendo de las palabras a los hechos; del corporativismo y el acaparamiento de líderes a la entrega directa de los apoyos a los beneficiarios, sin tanto protocolo ni tramitología, pero sobre todo, con mucha transparencia.
Esa mística de hacer las cosas diferentes está siendo aplicada también por la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, quien desde el primer momento se ha entregado en cuerpo y alma, trabajando de manera incansable a mañana, tarde y noche, a diferencia de cómo lo hacían los mandatarios que la antecedieron, que solamente hacían un par de apariciones, daban alguna instrucción y se olvidaban de los afectados, dejando la responsabilidad de atender las emergencias a algunos de sus subalternos que lo único que hacían era servirse con la cuchara grande de los apoyos.
Es la dinámica que algunos no pueden o no quieren entender. Una vez dimensionado el daño, Evelyn Salgado decidió ponerse al frente, con el respaldo del Gobierno Federal tras su designación como coordinadora del Plan General de Reconstrucción y Apoyo para Acapulco y Coyuca de Benítez, junto a un extraordinario equipo ha desarrollado una labor titánica, apoyada por las Fuerzas Armadas y el personal de las diferentes dependencias gubernamentales que han puesto su mejor esfuerzo, así como el apoyo y la solidaridad invaluable de asociaciones civiles, organismos no gubernamentales, empresarios, incluso organizaciones internacionales.
En un mes, la Evelyn de los huipiles que portaba orgullosa en sus recorridos por todo Guerrero encabezando en esta entidad suriana la Cuarta Transformación, ha transmutado a la gobernadora de pantalón de mezclilla, botas, chaleco y sombrero, para encabezar tareas que ninguno de sus antecesores varones había hecho.
O qué… ¿ya se les olvidó? Vale.