- Abelina, plan B
Por José Antonio Rivera Rosales
Por acuerdo del Cabildo, Abelina López Rodríguez designó a Hugo Lozano Hernández como director general de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Acapulco (Capama).
La designación fue apludida por los seguidores de la alcaldesa que, al mismo tiempo, celebró su onomástico -claro, no podía ser de otra manera-, lo que confirma una vez más que la política oaxaqueña conduce la administración pública municipal con criterios enteramente políticos, sin importar si se salta la ley en el proceso.
Hugo Lozano estuvo a cargo de la Dirección Comercial y poco después fungió como encargado de despacho de la Dirección General de la paramunicipal, áreas en las que tuvo un desempeño bastante eficiente, según lo que dijo la alcaldesa.
En este ejercicio aplicó 130 millones de pesos para darle mayor eficiencia a la infraestructura de dotación de agua, lo que se ha reflejado en la mejora del suministro de acuerdo con la información que ha divulgado el municipio.
Sin embargo, para solucionar las graves carencias y deficiencias del servicio -déficit histórico que han dejado de lado todas las administraciones de los últimos 70 años-, habría que invertir unos 12 mil millones de pesos, según cálculos de la edil.
A doña Abelina habrá que reconocer que, por primera vez en muchos años, comenzó a atender los añejos problemas de la infraestructura hidrosanitaria -no sólo el agua potable, también los colectores y el drenaje- que, como ya se dijo, tiene más de 70 años de abandono por parte de los gobiernos en turno.
Ninuno de los alcaldes que ha accedido al poder municipal -de ningún partido político, hay que decirlo- ha hecho siquiera el intento de solucionar esa problemática, que a estas alturas amenaza con colapsar el servicio a la ciudadanía -como, por ejemplo, drenaje que ya comienza a inundar las calles de suciedad-, lo que debiera tener preocupado no sólo al municipio, sino también a los gobiernos estatal y federal.
La joya del pacífico podría terminar como una cloaca de aguas pestilentes que de ninguna manera generará más corrientes de turismo. Por el contrario.
Así, esa inversión para corregir los graves problemas hidrosanitarios debiera ser una prioridad gubernamental con el fin de asignar un recurso que, con la debida asesoría técnica, probablemente de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), pudiera dar respuesta a esa grave deficiencia en el suministro de agua potable para la ciudadania, tomando en cuenta que la poblacion del puerto asciende a más de 800 mil personas.
Por desgracia, la designación de Hugo Lozano como director de la paramunicipal de ninguna manera es para darle solución a los viejos problemas en ese servicio. Pudiera ocurrir lo contrario.
Hugo Lozano es sobrino de la secretaria de Desarrollo Social, Leticia Lozano Zavala, quien a su vez es la principal operadora política de la alcaldesa Abelina López. Que bonita familia.
Así pues, la verdadra razón por la que Hugo Lozano fue designado como titular de la paramunicipal del agua reside en darle mayor visibilidad política y facultades para el manejo de los recursos financieros.
¿Y para qué? Preguntarán los curiosos.
Pues porque Abelina, previsora como es, está valorando la posibiidad de que la cúpula de Morena decida que, para fomentar la alternancia de género, en esta ocasión disponga que sea varón el candidato morenista a la alcaldía, puesto que ya hubo dos alcaldesas que han generado muy mala imagen al partido del presidente López Obrador.
Además, durante su visita a Guerrero el pasado 25 de agosto, resultó más que evidente la molestia presidencial con las dos alcaldesas de Chilpancingo y Acapulco, Otilia Hernández y Abelina López. Pero la animadversión contra Abelina resultó muy palpable.
Así que, rauda y veloz, Abelina presentó a un público selecto a quien será su candidato morenista a la alcaldía: Hugo Lozano Hernández, quien competirá contra todos los pretensos que se han anotado hasta el momento: Jacko Badillo, Yoshio Avila, Ramiro Solorio, Pablo Amilcar Sandoval…y los que se sumen en la semana.
Lo malo es que siempre hay un pero, en este caso para los planes de la prolífica edil oaxaqueña.
Resulta que el Reglamento Interior de la Capama, en su artículo 15, fracción III, establece clara e indubitablemente que quien aspire a ser director “debe contar con carrera profesional o superior con cédula profesional, expedida con una antigüedad de cinco años como mínimo”.
Lozano carece de una formación profesional aunque se presenta como contador público, así que tuvo que recurrir a alguno de sus amigos funcionarios de la Universidad Autónoma de Guerrero para tramitar, vía fast track, un título que lo acredite como licenciado en contaduría.
Ese habría sido el título que presentó para cubrir el requisito -un título falso que, desde luego, tampoco le permite contar con cédula profesional, lo que cualquier ciudadano puede constatar si teclea el nombre del nuevo director en el portal oficial correspondiente, donde claro que no está registrado-.
El problema del título falso no es menor, aunque Abelina lo haya pasado por alto. Si el flamante director carece de título, son ilegales todas las actuaciones que llegue a firmar como director de Capama. Menudo problema.
Con todas esas prendas, sin contar con su gestión eficiente según la alcaldesa, Lozano Hernández pretende competir para alcanzar la candidatura con respaldo del grupo político que llevó a Abelina al poder. Y es un grupo político muy diverso y con amplia base social, debe admitirse.
Pero si el candidato está haciendo trampa desde ahora, con el permiso de Abelina, qué se puede esperar de estos ambiciosos morenistas.