Chicotazos

  • Guerrero: Los hechos hablan

Por Francisco Javier Flores V.

Para nadie es un secreto que si algún personaje público quiere aparentar cierta popularidad o posicionamiento en la sociedad, uno de los mecanismos más socorridos es el de contratar alguna de esas empresas encuestadoras que, mágicamente, ofrece resultados favorables a quien la contrató.

Esto no significa que todas las empresas encuestadoras sean así, pero un gran número sí, porque también hay que reconocer que existen otras de la mayor seriedad y profesionalismo, cuyos sondeos de opinión o posicionamiento gozan de amplia credibilidad y ello eleva su prestigio.

En el ámbito de las finanzas gubernamentales, hay empresas calificadoras de gran renombre como Fitch Ratings, Standard & Poor’s y Moody’s, destacadas por su seriedad y rigurosos controles para medir el desempeño de los gobiernos, y quienes en 2022 dieron una calificación positiva a la administración estatal que encabeza la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, por el manejo responsable de las finanzas públicas.

Esto significa que, más allá de la innegable problemática de la violencia y la delincuencia que no solamente afecta a nuestro estado, sino a todo el país y más allá de nuestras fronteras, en Guerrero tenemos un gobierno que se maneja con absoluta integridad y transparencia, sin derroches, asumiendo la austeridad hacia adentro, como un principio de su política pública, que le permite ser generoso hacia el exterior.

No es fortuito que Standard & Poor’s Global Ratings, agencia estadunidense de calificación crediticia, considerada la más grande de las agencias calificadoras de crédito Big Three (entre las que se encuentran también, por cierto, Fitch Ratings y Moody’s Investors Service), en lo que va de este 2023 haya incrementado la calificación crediticia de Guerrero, generando una mayor confianza no solamente del pueblo, sino de instituciones como la Bolsa Mexicana de Valores. A esos niveles nos tiene colocados Evelyn Salgado, transformando la entidad con menos deuda, mayor liquidez y más estabilidad financiera.

Así, con finanzas sanas y estables, sin derroches, con apenas un mínimo histórico de deuda pública, nuestro estado avanza en la transformación con certeza, cumpliendo los principios de no robar, no mentir y no traicionar, sin tener que recurrir a la farsa de las encuestas, buscando una aprobación ciudadana muchas veces ficticia.

En suma, son los hechos los que hablan. Vale.

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