- Ni corrupción ni impunidad
Por Francisco Javier Flores V.
La detención de dos presuntos involucrados en el robo de medicamentos en el hospital general de El Quemado, en Acapulco, no debe verse como un hecho aislado, sino como la punta del hilo que teje toda una maraña de corrupción, que inexplicablemente durante años se omitió combatir, pero en donde hoy al parecer comienzan a vislumbrarse otros horizontes.
Y es que no es solamente la sustracción indebida de medicamentos lo que ha venido estropeando la operación de ese importante centro hospitalario, sino toda una serie de irregularidades que afortunadamente, por iniciativa de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda y la concurrencia de los otros dos órdenes de gobierno, se pretende exterminarlas de tajo.
Hace apenas unos meses, en diversos medios de comunicación se denunciaron los pingües negocios que desde la administración del hospital se venían haciendo, a través de un individuo que coludido con proveedores sacaba raja por medio de facturación alterada o compras ficticias, con la complacencia del administrador.
Hábil como pocos, ese individuo, que justificaba su presencia en el hospital bajo la figura de “voluntario”, mediante oficio anunció que se retiraba del lugar para, según su explicación, evitar causar más daño a la imagen del hospital. Lo que nadie sospechaba es que inexplicable y asombrosamente, esa persona sigue operando ahí, pues se tienen evidencias de que aún gestiona pago de facturas y vaya usted a saber qué otros negocios ilícitos más tenga.
Es indudable que la impunidad que ha venido campeando en Guerrero alientan este tipo de prácticas y conductas que rayan en la desvergüenza, pero que viéndolas con seriedad causan un daño severo a la población, sobre todo a los pacientes, que sufren los inconvenientes de una mala atención a falta de insumos, instrumental o medicamentos.
La mandataria estatal lo ha dicho con mucha firmeza: Ya no más corrupción en la administración pública, y sobre todo ya basta de impunidad. Muchos de los delitos que se cometen en Guerrero son motivados por el hecho de que muy pocos malhechores reciben su merecido.
Evelyn está dando los primeros pasos para que esta situación cambie. Vale.