• Abelina y el burro “Manolín”
Por Roberto Santos
Dicen los estudiosos del comportamiento humano que el error debe servir para ayudar a comprender lo que debe ser correcto.
Y que la tontería, es el fondo sobre el que debe destacar el acto inteligente.
Pero ¿qué pasa cuando se impone esa incapacidad de discernir lo que es correcto a lo incorrecto?
Sobre todo de quien está al frente de un gobierno y no logra entender lo que los otros esperan se sí.
Esto viene a colación porque una y otra vez el comportamiento de la presidenta Abelina López Rodríguez sorprende por lo inverosímil del mismo, y de las consecuencias negativas para su estatus político y para la población misma.
Como los ejemplos sobran, solo hay que mencionar dos de ellos.
¿Qué necesidad había de llevar un burro a la isla de la Roqueta, cuando los derechos de los animales prohíben su exhibición y uso para diversión del público?
Más deleznable resulta si se intenta proseguir la famosa costumbre de ofrecerle grandes cantidades de cerveza para convertirlo en el burro borracho.
Seguramente a estas alturas ya sabe que eso está considerado como crueldad animal, después de que el pobre animalito ha sido desarraigado de su entorno y de su grupo, para darle fuerza a una tradición ya no aceptada de atracción turística.
Afortunadamente hay quienes tienen conciencia acerca del respeto a los animales y ya pugnan por rescatar al desafortunado burro del lugar donde empresarios desubicados y la presidenta Abelina fueron a dejarlo, sellando con ello su suerte.
Resulta extraordinario que la maestra ignore los derechos básicos de los animales, y su comportamiento sea como un andar a ciegas, superficial, sin entender la importancia de sus actos, y que pueden haber otras opciones para sus acciones de gobierno.
No se sabe si es ignorancia o simple pereza no construir verdaderos proyectos para atacar la inseguridad y promover el turismo.
Lo que vemos es que se impone la simpleza y lo banal como estrategia de gobierno.
Al menos eso sucedió con la entrevista que le realizaran en uno de los programas de noticias de TV Azteca esta semana, que su equipo de comunicación social le consiguiera con la idea de promover el puerto y limpiar esa imagen de violencia.
El resultado fue contraproducente, al no poder hilvanar argumentos que sirvieran para contrarrestar la imagen de violencia que existe en Acapulco.
Otra vez se impuso la simpleza de sus argumentos, la improvisación de su discurso.
Es decir, parece que doña Abelina carece de equipo, que gobierna sola, con ideas comunes, cuando gobernar requiere equipo, planeación, proyectos, seriedad, inteligencia, y un largo etcétera.
Si consigue recapacitar, bien podría ayudar a los grupos defensores de animales, para rescatar a “Manolín”, que fue a dejar, junto con empresarios ignorantes, a la isla de la Roqueta, y que por cierto, los internautas pusieron su imagen en un cartel alusivo al “día mundial del burro”.
Pudiera ser el inicio de enmendar sus yerros.