Zona Cero

Ambiciones de políticos, podrían frustrar
construcción de hospital del ISSSTE en Acapulco

Por Roberto Santos

Empieza a trascender que el hospital de tercer nivel que se construiría en Acapulco por medio del ISSSTE, corre riesgo de no hacerse.
El costo de inversión es o era de 3 mil millones de pesos.
Es decir, se perdería esa inversión y con ella empleos directos e indirectos, y si eso no fuera suficiente, no habrá hospital de alta especialidad para los guerrerenses.
La historia es larga, pero destaca que si ya no se hace es porque hubo quienes metieron mano en querer hacerse ricos de la noche a la mañana con la venta de un terreno que ofrecieron a los funcionarios del ISSSTE.
Esta cantidad, sin duda, era digna de cuidarse para que no corriera riesgo de ser dirigida a otro destino del país.
Porque, además de Guerrero, quienes peleaban estos recursos son los estados de Veracruz y Michoacán.
El dinero ya estaba aprobado por Hacienda, y por supuesto, contaba con el visto bueno del presidente de México.
El problema se encuentra en el predio ofertado para tal fin.
En un inicio, un grupo de jubilados propuso un predio de ocho hectáreas, que terminó por no ser viable.
Al no reunir las especificaciones correspondientes, se tuvo que rastrear otro, encontrando uno de 8 hectáreas, al lado del Hospital El Quemado, con los accesos necesarios para llegar desde cualquier punto del estado.
Para quienes saben del tema, esa era la mejor opción, por el precio y por los accesos disponibles.
Tan bien ubicado y accesible en costo era el predio, que las autoridades dieron luz verde para diseñar en esa zona la construcción del anhelado hospital.
Sin embargo, alguien quiso ponerse listo, tanto que rápidamente buscó un terreno para ofrecerlo y ganar cuantiosos recursos con esa operación.
Y es que 3 mil millones de pesos en juego, mueve el deseo de hacer negocios de muchos, y más de algunos políticos ambiciosos que metieron mano para conseguir otro predio.
Este ubicado en Tres Palos, fue ofrecido con un sobre costo de 500 millones de pesos, después de ser manoseado por varios interesados pertenecientes a una red de intereses, al subdelegado administrativo, Zeferino Gómez Valdovinos.
Se sabe que los negociantes compraron barato para ofrecer caro. Pero el negocio no les cuadró tal como lo pensaron.
El asunto es que tampoco presentaron el proyecto ejecutivo, pese a que el Cabildo de Acapulco sesionó para el cambio del uso del suelo, y para entregar los permisos para la construcción.
La Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas se quedó esperando el proyecto ejecutivo, porque no se ´solicitaron los permisos correspondientes, con lo que fue aplazada la liberación de recursos para arrancar la obra.
Se sabe que el predio fue rechazado a quienes metieron mano en la intermediación de la compra, y con eso se complicó el arranque de la obra.
Quienes están enterados de este espinoso asunto, señalan que las autoridades hacendarias dieron de plazo el 15 de marzo para liberar el recurso, pero mientras rechazaron la oferta del predio y los permisos nunca los solicitaron, tampoco se desarrolló el proyecto ejecutivo.
Ya se sabe que a estos personajes políticos metidos a empresarios –por cierto, de Morena– les dieron para atrás porque el costo del terreno venía con un 50 por ciento más elevado.
Esta acción dará mucho de qué hablar, pues se comenta que fue el propio Andrés Manuel López Obrador, quien al enterarse que algunos políticos actuales pretendían hacer el negocio de su vida, tomó la decisión de cancelar los recursos para Guerrero y posiblemente otro estado sea el ganón.
Las ambiciones de estas personas ya derivaron en el despido del subdelegado del ISSSTE en Guerrero y aquellos vivillos que compraron barato para vender caro, se han quedado en el limbo, y ahora pretenden recuperar su dinero invertido, pidiendo al expropietario su reintegro, y regresarle su terreno.
Veremos qué pasa con los frustrados ofertantes, cuya ambición va a costar caro al estado, porque ya no van a llegar esos 30 mil millones y no habrá hospital.
Este es un caso más donde las ambiciones de algunos miopes políticos, tiran por la borda proyectos de gran envergadura, como el hospital de tercer nivel para Acapulco.

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