•Confianza por Acapulco
Por Jacko Badillo
Algo que he aprendido a lo largo de mi modesta trayectoria personal, como deportista, empresario, ciudadano y en el tiempo que llevo dentro de la política, es ser perseverante, persistente y tener mucha fe en mis proyectos, siempre de la mano de Dios, rodeado de un buen equipo y poniendo el mayor de mis esfuerzos.
Para nadie es un secreto que uno de mis más grandes anhelos, como auténtico acapulqueño, es tener la oportunidad de conducir los destinos de mi querido municipio, para lo cual no solamente me he alimentado de fe, sino también me he venido preparando desde hace más de 15 años, porque sé que una responsabilidad tan grande no se enfrenta con ocurrencias ni improvisaciones.
A la preparación académica especializada en administración pública, el arraigo territorial producto de tantos años de gestión y de contacto permanente con los ciudadanos, tengo la fortuna de sumar la experiencia política que me brinda el ser diputado por la LXIII Legislatura en el Congreso local, amén de las tres campañas políticas en las que he participado, siempre aprendiendo, sumando, y en la última del 2021, ganando.
Dicen que la confianza se refiere a poseer un sentido interno y realista de nuestras capacidades. Confiar en uno mismo y en sus capacidades es crucial para gestionar los retos emocionales y alcanzar los objetivos en la vida.
En sociología y psicología social, la confianza es la creencia en que una persona o grupo será capaz y deseará actuar de manera adecuada en una determinada situación y pensamientos. La confianza es una emoción que nos lleva a tener una actitud positiva.
Por eso es que no tengo la menor duda de que vamos a estar en la boleta electoral. Con pleno respeto a lo que marca la ley, vamos a esperar los tiempos de las instancias electorales y partidistas. Cuidadosos del proceso, seremos pacientes, prudentes pero persistentes.
Porque confío en en Dios, en mi partido, en quienes toman las grandes decisiones, confío en mi familia, en mis amigas y amigos, en mi equipo de trabajo, en mí y en mis capacidades, pero sobre todo, confío en la inteligencia, el reconocimiento y el cariño de mi amado pueblo de Acapulco.
Déjense venir con las encuestas reales, cara a cara en las calles, colonias, barrios y comunidades. Estamos listos. Mientras tanto… ¡Jálalo que es Pargo!