• El Parotal. La violencia continúa…
• Policía del Estado. ¿Están infiltrada”
LO OCURRIDO EN PETATLÁN, este fin de semana, en donde habitantes de El Parotal dieron muerte a un comandante y un policía estatal, así como a tres presuntos miembros de un grupo delincuencial que iban con ellos, vestidos de policías, tras un operativo en ese poblado de la sierra, no sólo debe esclarecerse para aplicar la ley a quien tenga responsabilidad en esos hechos, sino también para conocer hasta qué grado está infiltrada y corrompida la Policía del Estado que depende de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana.
Y es que no está claro lo que realmente sucedió el pasado sábado en ese poblado, toda vez que no hay una versión oficial de los hechos, dado que la secretaría a cargo de Evelio Méndez Gómez no ha dicho nada al respecto, a pesar de que fueron muertos un comandante y un policía de la dependencia que dirige, como tampoco de la Fiscalía General del Estado, Sandra Luz Valdovinos, pues también murieron tres presuntos miembros de la delincuencia organizada a manos de los habitantes de ese lugar.
Así es, diría el Maestro. No hay una versión oficial de lo ocurrido en El Parotal, como si los muertos no existieran, y si no los reconocen, simplemente no ocurrió nada, a pesar de las gráficas aparecidas en las redes sociales, principalmente de una camioneta donde se aprecian los cuerpos sin vida, y a pesar de que el propio secretario de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso Núñez, junto con el de Seguridad Pública, y el director de Gobernación del estado, Francisco Rodríguez Cisneros, acudieron al lugar para rescatar a 30 policías que fueron retenidos tras los hechos.
Sin embargo, la versión de los habitantes de ese lugar señala que el pasado sábado, un convoy de patrullas llegaron a ese lugar donde policías catearon domicilios y robaron pertenencias, además de golpear a los vecinos, por lo que al organizarse los retuvieron, y al exigir que se identificaran, pues iban cubiertos del rostro, tres de ellos no pudieron hacerlo, por lo que fueron abatidos al ser señalados de pertenecer a un grupo delincuencial, muriendo también un comandante y un policía, presuntamente al defenderlos, siendo retenidos el resto de los policías hasta que acudieron al poblado los funcionarios señalados.
Hay que decirlo. Pretender ocultar los hechos de violencia, o hacer como si éstos no existieran, ciertamente no es la mejor manera para evitar que la inseguridad pública continúe desbordándose. Ocultarle los hechos a quien hoy gobierna el estado, o en el menor de los casos, maquillarlos, no puede ser más que una traición a quien les dio la confianza de servir.
¿Qué ocurrió, realmente en El Parotal? ¿Por qué iban, vestidos de policías, los tres presuntos miembros de la delincuencia organizada, en el operativo? ¿Sabía el comandante y el policía muertos, que los otros tres no lo eran? ¿Quién más sabía del operativo, y de los tres presuntos delincuentes? ¿Cuántos más, que no son policías, que son miembros de grupos delincuenciales, participan en los operativos policiacos? ¿Lo sabe el secretario de Seguridad Pública?
Son solo algunas preguntas, como también el por qué dice Evelio Méndez Gómez que iniciará una investigación en la Policía del Estado, en vez de renunciar al cargo, para que se inicie una seria y profunda investigación sobre la infiltración de los grupos delincuenciales en los cuerpos de seguridad pública a su mando, a fin de sanearla, pero también para deslindar responsabilidades.
En fin que por esos hechos, los ocurridos en El Parotal, municipio de Petatlán, que se ingresa por la comunidad de Santa Rosa, hoy por hoy hay decenas de policías estatales, de la Guardia Nacional e incluso de la Marina, resguardando los pueblos y a sus habitantes, luego de que han denunciado que por lo ocurrido el sábado, en donde dieron muerte a tres presuntos miembros de un grupo delincuencial y dos policías del estado, uno de ellos comandante, están siendo atacados al parecer por los compañeros de los que dieron muerte.
A propósito, según el secretario de Educación estatal, Marcial Rodríguez Saldaña, las clases se suspendieron en esa parte del estado, precisamente por los hechos de violencia, como también se han suspendido en comunidades ubicadas en la sierra de Coyuca de Catalán, también como consecuencia de la inseguridad pública existente.
Habrá que decir, para finalizar, que la violencia y la inseguridad pública no se acaba, o desaparece, ocultando los muertos. Con ello, le fallan, y traicionan a quien los puso en el cargo. A lo mejor es incapacidad, y si fuera el caso, lo más digno sería renunciar, y eso incluye a la Fiscal General.
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