•“Malagradecida y represora”, le llaman
trabajadores a Abelina López Rodríguez
Por Roberto Santos
A la presidenta municipal de Acapulco le llueve sobre mojado.
No solo son los asesinatos de cada día en el municipio que se le escurre de las manos, y exclamar en descargo cada que le interrogan que “no puede sola”.
Tampoco que los problemas como la distribución de agua o levantar la basura sean cosas del otro mundo o endiabladas como para que se necesite algo así como un exorcismo para poder conjurar el problema.
En realidad Abelina no tiene un equipo competente, y esa carencia se amalgama con su falta de conocimiento de los problemas de la ciudad, sumado a su elevado estrés que le genera incapacidad para comunicar asertivamente.
Es cierto que puede ser “la calor” y el estrés lo que genera violencia –y sus respuestas ríspidas y groseras–, pero ignorar intencionalmente las causas fundamentales del clima de inseguridad y violencia en Acapulco y no hacer nada como autoridad responsable de la prevención, es caer en el cinismo y la autocomplacencia.
Si eso no fuera suficiente, ahora los trabajadores de la Capama la acusan de “represora y malagradecida.”
En lo que fue un anuncio de inicio de la huelga de hambre de un grupo de “trabajadores que han sido despedidos injustificadamente”, le reprochan “que pese a que le ayudaron a resolver problemas cuando el sindicato oficial la tenía acorralada, los manda a golpear.”
Dicen que este acuerdo lo decidieron en Asamblea Extraordinaria para instalarse a partir de este martes 31 de enero de 2023 en huelga de hambre, y que están dispuestos a poner en juego su vida con el propósito de que Abelina les respeten sus derechos.
Le exigen que como presidente del Consejo de Administración de la Capama, “asuma su responsabilidad pagando los adeudos históricos –salarios y prestaciones-, y cese su política de represión laboral sistemática y selectiva contra los sindicatos democráticos e independientes.”
En su manifiesto le dicen que no les “asustan las balas ni el ladrar de su jauría empistolada y uniformada como Policía Antimontones.”
Y que resulta “lamentable y preocupante que con su mano derecha tendida, ofrezca dialogo y con su puño izquierdo, ordene garrotearnos.”
Sigue el escrito: Usted ha confesado públicamente, que “no puedo sola” gobernar el municipio, pero no solo eso, con sus acciones camina en sentido contrario a los principios de la Cuarta Transformación de la República, desatendiendo a los pobres, a los trabajadores que en hechos recientes, no la dejaron sola cuando usted tenía el agua hasta el cuello durante la fuga de aguas negras del Parque Papagayo, mientras los de la Sección XXVII, la tenían acorralada al cerrarle injustificadamente la Capama, durante cinco días.
“Reiteramos –dicen– nuestra convicción de luchar por la defensa de nuestros derechos laborales garantizados por nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.”
Quienes anuncian la huelga de hambre son trabajadores que integran la Alianza de Sindicatos Independientes, quienes adelantan que lucharán por la vía jurídica y política, hasta sus últimas consecuencias, para defender la libre sindicación frente a la postura arcaica del SINDICATO ÚNICO, sello del sindicalismo “charro” antidemocrático.”
Y firma Manuel Alcaraz Vázquez, Secretario General de la Sección XXII, y el Sindicato de Trabajadores de Organismos Operadores de Agua del estado de Guerrero.
La presidenta Abelina López Rodríguez dice una y otra vez que no puede sola para combatir los problemas de Acapulco, pero se basta para cercenarle los derechos a los trabajadores, y si eso no fuera suficiente en su capacidad de hacer, los manda a reprimir –como se quejan los empleados despedidos– con la facilidad que otorga esa falta de conciencia social y nulo compromiso de una falsa líder de izquierda.
Eso sí es fallar como gobernante y abusar del poder que el cargo le otorga.