•Las divisiones del tricolor en Guerrero
Por Roberto Santos
Una revuelta dicen que se gesta al interior del PRI derivado de los acuerdos que su dirigencia nacional, con Alito al frente, signó con el PAN y PRD, que puede repercutir en mayores divisiones y frustrar los resultados de la alianza Va por México.
En Guerrero ya se insiste en que no hay distanciamientos entre Héctor Astudillo y Manuel Añorve Baños.
Mientras, Mario Moreno es mencionado como el mejor posicionado dentro del PRI e incrementa sus bonos ante una posible alianza de su partido con el PRD, PAN y MC, hacia una senaduría para el 2024.
Paralelamente dentro del PRD empieza a sonar el nombre de Evodio Velázquez Aguirre como un posible aspirante natural hacia el Senado.
Evodio es un fuerte activo perredista, con la suficiente fuerza para aspirar a este cargo o a otro, como puede ser la presidencia municipal de Acapulco, sobre todo después de que Abelina se esfuerza con denuedo para hacer el peor gobierno del puerto, cosa que los acapulqueños ya se lo están reconociendo.
Ángel Aguirre en la reciente reunión de perredistas se mencionó como el único que podría ganar en Acapulco, a lo que debería agregar: solo si los padres y los estudiantes de Ayotzinapa se lo permiten.
Y si ya demostró su incapacidad de gobernar, ¿qué necesidad de afectar al municipio de Acapulco?
A Manuel Añorve lo señalan en el interior del PRI como el mayormente beneficiado por la alianza que tiene con Alito y por la prolongación de éste como dirigente nacional.
Así que ya lo vislumbran con nombramientos para él y su parentela en las próximas elecciones.
Volviendo al tema de las divisiones internas del tricolor, está claro que aunque lo nieguen, existe y muy marcadas.
Así que en el escenario guerrerense, se perfilan alianzas entre quienes están cerca de Alito, como un bloque, y quienes de él se han distanciado.
Y en estas alianzas y divisiones, Manuel Añorve no va a jalar con Héctor Astudillo ni con Mario Moreno, pues es de pensarse que primero va a intentar ser el candidato a Senador, y después él, otra vez.
Además, a Manuel lo ven proclive a negociar con Morena, no con la marioneta que Héctor Astudillo puso en la dirigencia del PRI estatal, lo que sin duda, debilita más a ese partido.
Así que a Mario le queda el camino de fortalecer sus alianzas con algunos grupos del PRD, con el PAN y MC para seguir manteniendo fuerte un liderazgo en el estado.