Zona Cero

•Una reforma del PRI, desde verdaderos liderazgos
•Malas noticias para los guadalupanos

Por Roberto Santos

Cada que llega un personaje llega a la dirigencia del PRI en el estado de Guerrero, de inmediato anuncia que van en alianza con los jóvenes y que harán cambios en los comités municipales y en los seccionales para airear al tricolor ante las elecciones que vienen.
El problema es cuando el que en este momento encabeza la dirigencia estatal ni es dirigente ni es capaz de encabezar una reestructuración interna pues depende de quiénes lo pusieron y por ende no dará un paso sin tener la venia de sus jefazos.
Está acotado de principio y eso terminará por convertirlo en un elefante reumático, como dice ysq.
Hemos visto que ese cambio es para que todo quede de la misma manera y no pasa de algunos parches y lija de grano grueso en algunos lugares, pero nada de fondo.
Y por eso el castigo se ha hecho sentir en las urnas durante las últimas elecciones.
Por lo que se espera que si el PRI sigue dejando de lado los verdaderos liderazgos y no los aprovecha para movilizar las conciencias al interior de las estructuras caducas, no va a detener su caída en las preferencias electorales.
Menos aun con el triste espectáculo que Alito ha dado en cadena nacional.
Para nadie es secreto que hay jóvenes que se la han rifado con el tricolor y que han sido relegados porque a los puestos de elección llegan los mismos.
Y que para este momento quien pudiera encabezar una verdadera transformación del PRI por el liderazgo que posee y que algunos intentan achicar, es Mario Moreno Arcos.
La pregunta obligada es si le van a dar margen para que intente crear un movimiento de transformación interna para refrescar las estructuras partidistas y, ahora sí, en Guerrero estar listos para lo que viene.
Seguir manipulando de manera sectaria a sus bases de apoyo donde solo uno o dos grupos son los que decidan su futuro, seguramente terminarán por convertirlo de tricolor a un tono gris oscuro.
MALAS NOTICIAS PARA EL ESPÍRITU GUADALUPANO DE LOS MEXICANOS, pues este día puede ser determinante para que en los espacios públicos sean retiradas imágenes y bultos que hacen alusión a la religiosidad católica.
Este tema está en manos de la SCJN a iniciativa de un grupo de ciudadanos de un municipio de Chiapas, cuya demanda es que no se utilicen los espacios públicos ni recursos para montar nacimientos navideños ni ningún tipo de imagen religiosa en espacios públicos.
Con esto se desmontarían las capillas de los hospitales donde los enfermos y familiares encuentran un espacio para realizar sus oraciones para pedir por sus seres amados.
Es decir, la iniciativa que está en manos de los ministros va a tratar de desmontar una serie de tradiciones y costumbres arraigadas en la profundidad de la psique del mexicano.
Terminar con las fiestas patronales, festividades navideñas en las plazas cívicas, posadas, peregrinaciones, representaciones de Semana Santa que se vuelven motivos turísticos, etcétera, serán algunos de los cambios, que sin duda van a generar inconformidad social.
Para Chilpancingo ya no estaría permitido realizar la Feria de Navidad y Año Nuevo, ni quemar el castillo el día 24, ni el pendón sería posible.
Menos que el ayuntamiento intervenga en las festividades de la Virgen de Guadalupe, la “Madre de los mexicanos.”
Sin duda, esto va a generar algo más que simples inconformidades individuales.
La reforma del INE y las protestas se van a quedar chiquitas al lado de lo que los católicos pueden hacer.

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