¡Jálalo que es Pargo!

•El regreso de los nuestros

Por Jacko Badillo

Iniciamos el penúltimo mes de este 2022 que se nos fue como agua y aquí nos tienen de regreso en este espacio de reflexión, análisis y crítica constructiva, a petición de muchos estimados amigos y amigas que nos piden que sigamos compartiendo estos modestos comentarios que se forman en nuestra mente pero que salen del corazón, siempre buscando el bienestar de nuestra gente y el desarrollo de Guerrero y de nuestro querido Acapulco.

Hoy les comparto con mucha alegría y satisfacción mi entusiasmo por observar cómo a lo largo y ancho del estado y nuestro hermoso municipio se siguen conservando las costumbres y tradiciones que nos han sido heredadas de generación en generación, como lo es la celebración del Día de Muertos, también llamada Todos Santos, en donde recibimos a nuestros seres queridos que desafortunadamente se nos adelantaron en el camino sin retorno.

Desde las veladoras para iluminar su senda, las flores de cempasúchil, el incienso, el altar, las calaveritas, las fotografías, pero sobre todo los deliciosos manjares que colocamos en ofrenda a nuestros fieles difuntos en la visita de sus almas a este plano terrenal, son detalles que de alguna forma nos vienen a dar consuelo y resignación, porque sabemos que aunque físicamente ya no están, su esencia sigue aún con nosotros.

Hoy como diputado local del Distrito 9, orgulloso representante del pueblo acapulqueño en la más alta tribuna de nuestro estado, quiero compartirles que me siento muy comprometido en seguir impulsando acciones que nos permitan conservar nuestra identidad, que nuestros hijos crezcan con principios y valores y que las condiciones en que viven nuestros paisanos y paisanas mejoren cada día.

En estos días de asueto que seguramente muchos de ustedes están disfrutando, decirles que toda celebración es buena si se realiza de forma responsable y sin caer en los excesos; a nuestros amigos y amigas que se desempeñan en el sector turismo y de servicios, dar la mejor atención a nuestros visitantes y a los propios paisanos, nos garantiza que esas familias vuelvan en otras temporadas a visitar los negocios y sitios de esparcimiento, y eso nos ayuda a conservar el empleo y el ingreso que tanta falta hacen al pueblo de Acapulco y Guerrero.

Una sonrisa, un saludo amable y respetuoso no cuestan nada, al contrario, nos puede retribuir mucho. Mientras tanto… ¡Jálalo que es pargo!

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