De Julio Ayala Carlos
• El Informe, y el compromiso de Evelyn
LO DIJO FUERTE Y CLARO. COMO PARA QUE NO EXISTAN DUDAS: “…hoy se han sentado en nuestro estado las bases de esta gran transformación, la transformación que alcanza a todos por igual, que revoluciona conciencias y profundiza en solucionar desde la raíz los problemas del estado, para alcanzar como objetivos primordiales la paz, la seguridad, la justicia y el bienestar social”.
Evelyn Salgado Pineda, la gobernadora del estado, la primera mujer que gobierna Guerrero, inició así, ante más de cinco mil guerrerenses, su primer Informe de Gobierno, en lo que hoy se conoce como la Casa del Pueblo. Lo hizo el pasado lunes 17, en la amplia explanada, acondicionada para tal efecto, luego de que, dos días antes, en cumplimiento de lo que establece la Constitución Política local en su artículo 73, lo entregara por escrito a los representantes del Congreso del estado.
Por supuesto, la mandataria estatal bien pudo acudir al Congreso local a entregar el respectivo Informe y a la vez pronunciar un discurso político, en una sesión solemne como también lo establece la Constitución, pero en consonancia con el Presidente de la República, quien también lo envía con su secretario de Gobernación, prefirió hacer lo mismo y pronunciar el mensaje de referencia ante quienes no caben, ni entran, en la sede del Legislativo.
Así que Evelyn Salgado no sólo cumplió con lo establecido en la Constitución en cuanto a la entrega del Informe, sino que también lo hizo con el ritual que lleva a cabo el Presidente de la República, de tal forma que, como también lo contempla la misma Constitución local, será en el mes de noviembre próximo cuando los secretarios de despacho, por obligación, deberán presentarse al Poder Legislativo “para la glosa del informe y para responder a los planteamientos que sobre éste último hagan los diputados”.
Ello, agrega el numeral segundo del artículo 73, “…sin perjuicio de la presentación de sus respectivas memorias del ramo y de su comparecencia ante el Congreso…”. Es decir, que todo lo informado por la gobernadora del estado en la Casa del Pueblo, y lo contenido en el Informe entregado al Poder Legislativo, será explicado, a detalle, punto por punto, a los diputados locales, durante la comparecencia de los secretarios de despacho de cada ramo.
Hay que decirlo. Podrá a muchos no gustar la forma en que Salgado Pineda rindió su primer Informe de Gobierno, acostumbrados a un formato que opacaba al Congreso local cuando el Ejecutivo del estado asistía al Legislativo, toda vez que las invitaciones y hasta el ingreso a la sede era controlado por personal del gobierno estatal, de tal forma que hasta los diputados tenían que identificarse para ingresar al recinto, mientras el personal del propio Congreso se convertía en empleados de secretarios de despacho. Podrá no gustarles, pero lo cierto es que la gobernadora del estado cumplió con lo que establece la Constitución, y a la vez con el ritual establecido por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, de emitir un mensaje público.
También hay que decirlo. Habrá quién cuestione lo informado ante los más de cinco mil guerrerenses que por cuenta propia o a través de terceros llegaron a la explanada de la Casa del Pueblo, antes Palacio de Gobierno, y por supuesto, también hay quiénes reconocen y aplauden lo informado. Lo que sí es cierto es que más allá de filias y fobias, de los problemas estructurales que tiene Guerrero, con todo y la inseguridad de la que hay que decir no es privativa del estado, hay gobernabilidad, gobernanza y tranquilidad en la entidad. Gobernar Guerrero no es nada fácil, pero se facilita hacerlo cuando hay voluntad y compromiso, ganas de hacer bien las cosas y responsabilidad.
En Guerrero, dijo la gobernadora en su Informe, en este primer año de gobierno se han sentado las bases de lo que llaman la Cuarta Transformación, bajo los principios de no robar, no mentir, no traicionar. Las bases de una nueva forma de gobierno, que tiene por objetivo la paz social, de solucionar los problemas de raíz, para alcanzar la justicia y el bienestar social, desterrando además, toda forma de corrupción.
Sin duda, y esto hay que puntualizarlo, hay interés, pero además compromiso de hacer bien las cosas, no sólo porque quien hoy gobierna la entidad viene de las filas de Morena, el partido del Presidente de la República, quien enarbola lo que llama la Cuarta Transformación del país, y pone como centro de atención a los pobres, sino porque también al ser mujer, está obligada a demostrar que las mujeres también saben gobernar, y bien, entregando resultados.
No extraña entonces que concluyera su mensaje con un compromiso que a la vez es su mayor responsabilidad como gobernadora del estado: “no les voy a fallar, porque no tengo derecho a hacerlo”. Lo demás, ciertamente, se habrá de explicar en la glosa del citado primer Informe de Gobierno.
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