• Abelina: De la sensación a la certeza
Por Francisco Javier Flores V.
Hace unos días, cuando de manera fortuita fue videotransmitido un par de accidentes automovilísticos a causa de un descuido en la señalética en una obra de reparación de la avenida costera Miguel Alemán, muchos de quienes han venido cuestionando el desempeño del actual gobierno municipal de Acapulco se dieron un festín, celebrando una más de las muchas pifias atribuidas a la administración que encabeza la presidenta municipal Abelina López Rodríguez.
Esto nos ha llevado a reflexionar sobre un hecho a todas luces lamentable. Tal pareciera que como sociedad –incluido quien esto escribe- nos hemos convertido en algo peor que una Santa Inquisición, llegando al grado de alegrarnos por las desgracias del municipio, y en ocasiones hasta desear que éstas ocurran con tal de saciar nuestros morbos y escupir todo ese resentimiento y rencor que tal vez llevamos dentro.
Es innegable que desde el inicio de su mandato la alcaldesa no las ha tenido todas consigo. Muchas de sus decisiones no han sido quizá las más acertadas y apuesto doble contra sencillo que nadie quisiera estar en su pellejo, cuando se trata de hacer frente a problemas muy serios que día con día se le presentan, y a los que de una u otra manera les tiene que hacer frente.
Se nos ha hecho muy cómodo ver los toros desde la barrera y erigirnos en los grandes jueces, buscando cualquier error, pifia o mala decisión para arremeter feroces contra una mujer que, bien que mal, da la cara por la ciudad y todos los días se le ve tratando de mantener a flote esa nave que se llama Acapulco.
Cierto es también que no se ha rodeado del mejor equipo de colaboradores, lo prueba el hecho de que en el camino ha tenido que ir haciendo modificaciones en su gabinete tratando de enderezar el barco; tal vez si se animara a dejar a un lado los sentimentalismos, premios a la lealtad y el servilismo, prescindiendo de gente cercana a ella pero que está visto no le ayudan en mucho –el tema de la basura es la mejor prueba- y optara por colocar en esas áreas a funcionarios capaces y comprometidos, pudiera dar mejores resultados a la ciudadanía.
En unas horas, Abelina López estará rindiendo su Primer Informe de Gobierno y si bien un amplio sector de la población argumenta que no es mucho lo que puede informar; este evento público y solemne podría ser el parteaguas para inaugurar una nueva etapa, un viraje que nos transporte de la sensación a la certeza de que las cosas pueden cambiar en nuestro querido puerto.
No podemos como sociedad seguir deseando que el Gobierno Municipal de Acapulco fracase, porque no hace falta ser muy letrado para saber que si a éste le va mal, también le va mal al pueblo. Lo peor que podríamos hacer es, regresando al caso de los accidentes ocurridos en la costera por falta de señalización, haber deseado que hubiera habido algún muerto para poder arremeter con mayor furia contra la alcaldesa, más allá de que la culpable haya sido –como lo fue- la empresa constructora que irresponsablemente no colocó la señalética adecuada.
Es probable que dentro de lo poco o mucho que la presidenta pueda informar, haya también algún anuncio importante que nos haga recobrar la esperanza. Vamos a ver qué nos depara para el segundo año de ejercicio gubernamental. Estaremos atentos.
En el fondo, todos queremos un Acapulco limpio, con servicios públicos eficientes y donde podamos vivir tranquilamente. Lo demás viene por añadidura. Vale.