• Secuestro en Xalpatláhuac
Por Roberto Santos
Urge que las autoridades de Seguridad pública atiendan el caso del secuestro de 4 personas por los que se dicen policías comunitarios en Xalpatlahuac.
Seguir permitiendo que este grupo de falsos polices siga imponiendo el terror en algunos de los pueblos del municipio y en la cabecera municipal, puede terminar en un ataque de los mismos a la población que después no se podrá enmendar.
La autoridad municipal lanza un mensaje de atención urgente, pues quienes utilizan en parapeto de comunitarios para delinquir, en este día secuestraron a cuatro personas durante el festejo del Día de la Madre.
El festejo, que fue organizado por las autoridades municipales, fue interrumpido de manera violenta por el grupo armado que porta desde cuaxcleras hasta arma de alto poder, amedrentando a los asistentes y levantando a cuatro de ellos: un comisario municipal, un principal y dos mujeres.
La autoridad municipal señala que a los 4 secuestrados los golpearon y los mantienen incomunicados.
La razón que exponen los paramilitares –de acuerdo a la información de la presidenta municipal– es que ellos tienen el control de todo y a ellos deben pedirles permiso para cada evento y porque los proveedores de los servicios y productos no les pagaron la cuota que tienen impuesta.
Esto recuerda a Tierra Caliente, donde algunos grupos cobran todo lo que entra en la región y nada se vende sin antes pagar su cuota.
¿Será que tal manera de vender y cobrar ya se aplica en Xalpatláhuac?
Si es así, el que controla a este grupo con pinta de mafioso, pronto se enriquecerá soberbiamente.
Por lo pronto, una vez más la presidenta municipal pide ayuda a la gobernadora del estado y al gobierno federal para que ayuden a liberar a estas personas, cuyas vidas dependen de la irracionalidad de los hombres armados, y porque algunas padecen enfermedades crónicas.
Pero los dizque comunitarios, no se andan por la ramas de la prudencia, pues igualmente mantienen amenazas de muerte en contra de la presidenta municipal y en contra de su esposo.
Y a quien la presidenta municipal culpa de encabezar a este grupo mafioso es a quien tuvo la genial idea de conformarlo, el licenciado Edmundo Delgado Gallardo y su subalterno Nicolás Villarreal, uno como “Tomandante” y el otro como “Sosteniente”, según los cargos que a decir de la gente tienen dentro de la organización armada.
Habrá que recordar que la presidenta municipal, Selene Romero, no solo sufre violencia política de género por estructuras machistas y patriarcales que se niegan a dejar el poder a una mujer, sino que también está amenazada de muerte, y sin protección de ninguna organización de mujeres.
¿Será que no toman el caso porque no hay cargo de por medio?
En fin, se espera la pronta reacción de las autoridades de Seguridad y de la Fiscalía para rescatar a los secuestrados y ya pongan tras las rejas a los falsos comunitarios antes de que vayan a cometer alguna barbaridad.