• Las mujeres, un ejemplo con marchas por la vida
Por Roberto Santos
Es impresionante ver cómo, contrario a lo que algunos grupos de poder desean, cada vez son más mujeres las que salen a protestar para exigir igualdad, equidad y respeto para ellas.
Causa emoción ver las que la mayoría son jóvenes, en interminables columnas empujando por romper las estructuras de dominación patriarcal, que en México ha tenido un repunte, condensado en el aumento en el número de agresiones, violencia política, feminicidios y desaparecidas en los últimos años.
Y para difuminar el mensaje que de ellas se ha propagado por ciertas autoridades, al calificarlas violentas, las marchas de hoy fueron pacíficas.
Esa civilidad mostrada fue reforzada con la entrega de flores y abrazos, cuya efectividad fue mayor que los que distribuyen los militares y la GN a los narcos y delincuentes en México.
Tan fue así que un grupo de policías en la Ciudad de México levantaron el puño en apoyo de las demandas de las mujeres.
La de hoy fue una marcha pacífica, por la vida, la paz y la justicia, ejemplo para aquellos que día a día asesinan sin rubor alguno ni respeto a los otros, como los 17 fusilados en Michoacán por el negocio de las drogas o por un simple partido de futbol, donde las masas no controlaron sus emociones ni sus pulsiones por destruir al contrario.
La protesta fue pacífica pero las demandas siguen siendo firmes: terminar con la violencia de género, no más feminicidios, no más desaparecidas y erradicar la impunidad que las violaciones en su contra prevalecen.
A estas reivindicaciones se ha agregado dolorosamente otros fenómenos, como la violencia intrafamiliar, producto del encierro por la pandemia de Covid y el crecimiento del desempleo para ellas.
No hay que olvidar el fenómeno de las y los desaparecidos y que son justamente las madres, cuyo dolor y el amor por sus hijos e hijas, las impulsa a caminar cientos de kilómetros para encontrarlos.
Son las “buscadoras” nuevas agrupaciones conformadas por madres que recorren terrenos, escarban la tierra, investigan, visitan morgues hasta encontrar a sus familiares, para poder descansar de ese interminable luto.
Trata de personas, violación, migración, prostitución son fenómenos que en estos tiempos han profundizado el daño a la sociedad, cuyo tejido cada días se rasga más por la impunidad y la inacción de quienes deberían frenar estos delitos.
8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, que debería ser una fecha de lucha compartida por mujeres y hombres, por la reivindicación de sus derechos, por la igualdad, la justicia social, la paz global, el beneficio económico, social y cultural.
Por un avance civilizatorio en el mundo que a todos beneficie.