• Como un solo equipo
Por Jacko Badillo
Como integrante del grupo parlamentario de Morena en el Congreso del Estado, tuve oportunidad de participar, junto a la totalidad de mis compañeros, en un grato encuentro con la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda, que se desarrolló en un ambiente de cordialidad y respeto, pero además fraterno, al ser emanados todos –ella y nosotros- de un mismo partido político.
Más allá del carácter institucional de este cónclave, en el que se abordaron temas de la agenda legislativa y los trabajos que desde el Ejecutivo y el Legislativo se llevan a cabo en beneficio de los guerrerenses, es de destacar el ambiente de unidad prevaleciente entre quienes integramos la bancada del partido fundado por nuestro presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Y es que, independientemente de nuestras diferencias por la diversidad de ideas que confluyen dentro de nuestra bancada, hemos entendido que son más las coincidencias y que como fracción mayoritaria dentro de la LXIII Legislatura debemos hacer valer esa condición, pero a la vez dar el ejemplo de unidad y fortaleza, si queremos verdaderamente contribuir al desarrollo de nuestro estado.
En los tiempos complicados que a la jefa del Ejecutivo estatal le tocó gobernar, y a nosotros ser representantes de este digno y noble pueblo de Guerrero desde el Legislativo, es claro que solamente unidos, trabajando como un solo equipo, es como lograremos los mejores resultados para avanzar en la Cuarta Transformación, que permita abatir los rezagos que históricamente han padecido nuestros paisanos, sobre todo quienes habitan en las comunidades más marginadas.
Por supuesto, como representantes populares habremos de alzar la voz cuando se actúe con exceso, se cometan arbitrariedades o no se brinde la atención adecuada a quien lo necesita, pero siempre en una actitud propositiva, con diálogo constructivo. No son tiempos de discordia, ni de andarnos peleando entre hermanos, en aras de intereses mezquinos, personales o de grupo. No lo merece nuestro sufrido pueblo.
Mientras tanto… ¡Jálalo que es pargo!