El Voyerista

  • ¿No lo hagan enojar, no ven cómo se pone?

Por Alfredo Guzmán

Hará una semana que escribí que el presidente de México Andrés Manuel López Obrador (Amlo), había encolerizado, luego de que recibió una zancadilla, proferida por su hijo, al que no puede correr de su círculo, porque desde hace años, está afuera.
Sin poder establecer la agenda, por errores propios y de periodistas como Carmen Aristegui y Carlos Loret, que junto a una ONG, que se hace llamar algo así como “Mexicanos contra la Corrupción”, perdió la capacidad de seguir festejando que la gente lo quiere. Y presumiendo que los otros son corruptos, cuando ahora él también se ve en el mismo remolino.
Su hijo, el desobediente lo retó y lo exhibió.
Desde esa fecha, supongo que no está bien, sobre todo porque El Financiero, establece en su última encuesta que perdió 7 puntos en comparación con su última revisión de la aceptación social en diciembre.
Sin nada que presumir, más que sólo establecer que “tiene otros datos”, ha sido reprobado en corrupción, seguridad, medicinas, vacunas, crecimiento, fuga de capitales, deuda externa creciente, inflación sin control y canasta básica por los cielos.
Eso tenía que pasar por su falta de planeación y sin un proyecto viable, que no sean promesas de estar mejor en unos 50 años de su idea de nación. Aunque él ya no exista, para que nadie le reclame.
El anillo al dedo, que supuso con la llegada de Covid 19, le gangrenó el dedo. Y le sigue la mano.
El enojo, exhibe su intolerancia y su visión caciquil, al reclamar a un periodista, que quiere saber cuánto gana mensualmente y quién le paga.
Y sus paleros, repiten la pregunta, con vergüenza
Mejor que le pida cuentas a su familia, quienes son los que los han exhibido.
• ¿La ratificación que ya valió?
Con veda y todo ahí va mi comentario sobre el ejercicio de ratificación que promueve Morena, disfrazada de revocación.
La revocación se fue a la basura. Porque en vez de 161 mil casillas, sólo se colocarán 57 mil 377, porque Hacienda y el presidente no otorgaron recursos suficientes al Instituto Nacional Electoral (INE).
Por esta situación, muchos que quieran votar, deberán caminar 3 veces más en busca de una casilla.
Es decir, será igual que la consulta popular que se realizó el primero de agosto pasado, cuando se consultó a la ciudadanía si se enjuiciaba a los expresidentes. Y mucha gente no fue a votar.
Las casillas tendrán 2 mil boletas.
Los que estén en tránsito, sólo tendrán un lugar para votar.
Deberán votar para que la consulta sea vinculante 37 millones, que sería el 40 % del padrón.
La fecha de votación será el 10 de abril del año en curso.
El INE solicitaba 3830 millones de pesos y sólo le autorizaron 1567. 4 millones de pesos.
Dinero que se irá a la basura, por ser una consulta ociosa. Pero podría ser benéfica, porque del resultado se observaría que la gente empieza a ver el verdadero panorama social que vive.
Sin adelantar resultados, dudo mucho que se alcancen los 37 millones de votos. Y como Morena va a ordenar a sus seguidores que voten a que siga hasta que termine, para seguir en campaña, ganará el que termine su periodo, aunque mucha gente se abstendrá o no acudirá, lo que se convertirá en una derrota.
Para ese momento los barruntos sucesorios empezarán a presionarlo más, luego de que no tiene qué ofrecer a los ciudadanos, como resultados positivos a su gobierno.
No es un deseo, es un análisis que pueden aceptar o rechazar. Lo real, es que la consulta será un fiasco y un derroche de dinero, que bien pudo ser utilizado para vacunas, medicinas y seguridad.
Pero no se enojen. Al tiempo.

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