El Voyerista

• ¿Entierran el hacha en la Secretaría de Salud?

Por Alfredo Guzmán

Cuando se estaba formando una tormenta perfecta entre la dirigencia sindical local, avalada por la nacional, contra la nueva titular de los Servicios Estatales de Salud (SES), Aidé Ibarez Castro, que intercede la gobernadora Evelyn Salgado Pineda y que las aguas regresan a su nivel.
El mes de enero del 2022 en el estado de Guerrero, ocurrieron varios hechos que auguraban un enfrentamiento entre las autoridades de salud, que incluyó al Secretario Federal Jorge Alcocer Varela y a la titular estatal Aidé Ibarez Castro, quienes minimizaron los reclamos de la líder sindical de la sección 36 Beatriz Vélez Núnez.
En el contexto de la llegada a México y a Guerrero de la variante de Covid19, llamada Omicron, Beatriz Vélez Núñez hizo pública la cifra de 147 personas muertas de los Servicios Estatales de Salud por Covid19, entre médicos, enfermeras, camilleros, administrativos y de servicios, por los que denunciaba que las autoridades no les daban ni tapabocas.
La denuncia se sumaba al reclamo de falta de medicinas en los hospitales y centros de salud, a la inhabilitación de laboratorios en los hospitales luego de que la nueva administración, había contratado a otra empresa, con lo que quienes antes prestaban el servicio, estaban retirando su equipo y no había análisis en los hospitales.
El conflicto elevó su tono, cuando a mediados de enero, el titular federal de la Secretaría de Salud recién estrenaba sus oficinas en Acapulco, Jorge Alcocer Varela denunciaba que detectaron a varios médicos de los SES, quienes traficaban recetas, o las emitían, para que sólo fueran adquiridas en farmacias específicas o de sus amigos, argumentando las autoridades de que sí había medicinas
Por lo anterior, la líder sindical de la sección 36, exigía una disculpa pública del Secretario de Salud o, que si tenía pruebas, que hiciera la denuncia correspondiente ante las autoridades judiciales, por lo que consideraba una difamación.
La líder sindical de los SES informaba que unos 870 trabajadores de salud se había contagiado, derivado de que carecían de los insumos mínimos, mismos que tenían que comprar con sus propios recursos, ante la falta de ellos, que por ley, la administración sanitaria debía dotarlos.
Así mismo reclamaban el pago de bonos y la regularización del Fondo de Ahorro Capitalizable del estado de Guerrero FECAG, que las autoridades no lo estaban entregando a quien correspondía. Pero sobre todo, reclamaba un trato déspota de la titular estatal de los SES Aidé Ibarez Castro, de quien decía “sólo habla, habla no nos deja hablar y no resuelve nada.”
Desenterrada el hacha, Beatriz Vélez Núñez, enfrentó con declaraciones y datos la carencia de insumos y establecía que el primero de febrero se realizaría una asamblea estatal de las delegaciones 36, 76 y 77 del Sindicato Nacional de Trabajadores de Salud (SNTSA) y ahí se determinaría qué hacer, pero ya anunciaba que la propuesta era irse al paro de labores en todo el estado y que no habría hospitales ni personal para atender a los enfermos, sólo casos de emergencia.
El sólo anuncio indicaba un alto nivel de enfrentamiento, que obligaba a darle un trato especial, pues la pandemia y un posible paro, generaría una crisis de niveles extraordinarios, amén de que era muy complejo entrar en paro, pues el ejército, tendría que hacerse cargo del tema, cosa por demás compleja.
Y para aderezar el enfrentamiento, “manos extrañas” filtraron a la prensa un oficio donde la Secretaria de Salud local, Aidé Ibarez Castro, firmaba un oficio, donde otorgaba una plaza a su esposo, que no existía en el organigrama.
El primero de febrero que se reunieron los y las líderes delegaciones para determinar el plan de acción, la líder sindical Beatriz Vélez Núñez, recibía la invitación de platicar con la gobernadora Evelyn Salgado Pineda y lo hicieron dos días después.
Como resultado de la reunión, las fricciones y las palabras altisonantes, cambiaron y los ofrecimientos de resolver todas las demandas de la base trabajadora de los SES, llegaron y es así como el hacha fue enterrada y se espera que no se vuelva a desenterrar, mientras haya diálogo, entendimiento y comprensión a los válidos reclamos de un sector que se ha fletado en tiempos de Covid 19.
Como los acuerdos son múltiples y no caben en una colaboración informativa, luego los hago de su conocimiento, pero de que Beatriz Vélez Núñez y la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, hicieron química positiva, al grado de que ahora el bono del gobernador, se llamará de la Gobernadora.
Y colorín Colorado.

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