Tercera Vía

PRI, de simulación y traiciones

Por Ernesto Rivera Rodriguez 

La condición humana se vivió y se sintió en toda su magnitud en el universo del Partido Revolucionario Institucional Guerrero, PRI, en el último proceso electoral 2021, al perder su candidato al gobierno del estado Estado,  Mario Moreno Arcos,  y muchas otras candidaturas, situación que hoy nos ocupa por el proceso que ya se vive hacia la elección de su Comité Directivo Estatal, y que arrastra secuelas de la derrota del 2018, manchada por evidentes traiciones, ambiciones perversas, simulación partidista y de autoridad partidista y que hoy a agotado el actual liderazgo que posee el diputado local Héctor Apreza Patrón y de manera fáctica y simulada el senador Manuel Añorve Baños. 

Desde hace años el PRI Guerrero ha sido secuestrado por una cúpula de políticos que se han apoderado de los puestos de elección popular – que a cansado y alejado no sólo a la militancia, sino a miles y miles de simpatizantes- y ejercer los  de control partidista, pisoteando el organigrama natural del mismo, pisoteando la fuerza que un día y durante décadas los militantes, la verdadera militancia como fuerza viva de su «sector» participaban como un ejército al llamado de sus jefes seccionales; comportándose esa cúpula como un Triunvirato fáctico por encima del Comité Directivo Estatal.

Tradición, patriarcalismo, ambición obsesiva, traición para alcanzar intereses personales y por el poder, no sólo a desteñido al partido, sino instalandolo en el pretil de su de derrota final, Don Rubén Figueroa Alcocer, el senador Manuel Añorve Baños  y el exgobernador Héctor Astudillo Flores, figuras que siguen ejerciendo una suerte de autoridad, que hoy es ominosamente real.

El PRI requiere no solo del priista idoneo para una epoca y tiempos que exigen liderazgo con temperamento, personalidad y fortaleza, a lo que hay que aumentar, sumar la fuerza de los bastos sectores para consolidar una candidatura que represente el ánimo general del priismo guerrerense, y cuyo temperamento se desenvuelva con su oficio político, dejar de ser oposición por sistema, sino ejercer un contrapeso político que mucho se require, que no espere que se haga de día o que le autoricen para pararse en cualquier terreno para  mostrar su interés en alcanzar la candidatura a la presidencia del Comité Directivo Estatal del su partido como ya viene caminando el ex alcalde de Zihuatanejo de Azueta, el Ingeniero Alejandro Bravo Abarca.

Los sectores del partido, el obrero, el campesino, y el sector popular, el Instituto de las mujeres, de los jóvenes son el gran cuerpo del tricolor, y que a la perdida del orden institucional aparecieron andanadas de simuladores, advenedizos, ambiciosos  y lo peor en la corrupción total la participación de facto de la delincuencia organizada haciendo sus tareas sucias y criminales como fue documentado en el proceso electoral del 2021, socavando sus entrañas que han venido oscureciendo la vida publica y política de la entidad, y que el Ingeniero Alejandro Bravo Abarca al lograr la candidatura tendrá que regresarles su fuerza y status con el partido, como un gran ejercito para convencer a todos con los instrumentos que los documentos del partido estipulan y lograr hacer vigente su propio principio fundamental «Democracia y Justicia Social».

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