• Urge atender quejas contra Hospital del Niño y la Madre
Por Roberto Santos
Las quejas y demandas contra el personal del Hospital del Niño y la Madre no son nuevas.
Que fallezca una madre junto con su bebé tampoco es la primera vez.
Los señalamientos por negligencia médica también han sido una constante.
De ser un reconocido hospital en sus inicios pasó a ser un hospital de riesgo para algunas mujeres y sus bebés.
Sin duda que la gobernadora Evelyn Salgado y la Secretaria de Salud en el estado, Aidé Ibárez Castro, deberán intervenir para que no se convierta una ruleta rusa para las futuras madres que acudan a solicitar atención a este hospital.
La familia de María Concepción Díaz Durán, se quejan de que el personal médico actúo de manera negligente cuando la trasladaron al Hospital del Niño y la Madre Guerrerense para ser atendida de un embarazo de alto riesgo, con las trágicas consecuencias de que la madre y el bebé fallecieron.
Este caso deberá aclararse como lo demandan los familiares, y explicar también del por qué el alto costo que les cobraron por la atención médica.
Cien mil pesos les exigían como pago para que les entregaran el cuerpo, una cantidad exagerada para personas de escasos recursos, pues de tenerlos seguramente hubieran acudido a una clínica privada de Chilpancingo, de donde hubiera salido con bien tanto ella como el bebé.
De acuerdo a lo narrado por la familia, la llevaron a este hospital porque es el mejor equipado para la atención en labores de parto, pero cuando la paciente ingresa no había anestesiólogo ni ginecólogo, lo cual resulta grotesco en un centro que su servicio se centra en atender a mujeres embarazadas.
Es como si en un centro odontólogo no hubiera dentistas en cualquiera de sus turnos.
Aberrante en extremo que los directivos no tengan ese cuidado de tener siempre en los turnos, profesionales comprometidos con la atención de la gente.
Será que aún siguen esas prácticas de que a los médicos tienen que llamarles a sus clínicas privadas para que acudan a dar atención.
Con dolor los familiares han dicho que a María Concepción la atendieron hasta el segundo turno y para entonces el bebé ya no lo pudieron salvar y como consecuencia de una operación, la madre falleció desangrada.
Si eso no hubiera sido suficiente, el personal del Hospital no les entregaba el cuerpo hasta que saldaran un adeudo de 100 mil pesos por la atención médica, que ellos califican como negligente.
Es decir, no la atendieron para salvar al bebé ni la vida de María Concepción, y aun así les cobraron como si fuera una clínica particular de alto nivel.
Las autoridades tienen la obligación de investigar y resolver para prevenir que sigan sucediendo casos como este.