A una década de la infamia

Por Alberto López Rosas

Pasaban las 12 hs, del 12 de diciembre de 2011, salía de Casa Guerrero, después de la audiencia que el Gobernador Ángel Aguirre, concedió a las viudas del Diputado 500 Moises Villanueva de la Luz, y su chofer, aparecidos sin vida en la carretera de Huamuchitlan.
Me dirigía a mi oficina en la PGJ, sobre Rio Huacapa, ajeno totalmente al bloqueo de la Autopista del Sol, a la altura del Hotel Parador del Marquez, promovida por estudiante de La Normal Rural de Ayotzinapa.
El operativo de inicio a final, estuvo a cargo de La Policía Federal, por ser tramo de su competencia.
Me fue difícil llegar a mi despacho, había ya congestionamiento, se usaba solo un carril; todo bloqueado, desde mi vehículo veía las columnas de humo, que anuncia fuerte incendio.
Se oían disparos y una alarma de la gente común, que corrían despavoridos por todas partes.
Hasta entonces recibí la indicación de enviar policías ministeriales, fueron al rededor de 60, de nuevo ingreso, sin armas, con playeras blancas que los identificaban de los demás, a medida de que las detonaciones se intensificaban, y ya caído dos jóvenes estudiantes, salieron otros policías, para proteger a sus compañeros y a gente civil.
Ya había presunción de delitos, correspondía intervenir, solo a proteger y detener en flagrancia. Eso es de Ley.
Una foto pretendió márcanos para siempre, aunque no lo lograron.
Un elemento apuntando a un número de jóvenes de frente. En posición de disuasión, no de agresión.
De esa arma, no salió ni un disparo, de haberse hecho, hubiera caído alguien de ese grupo, ninguno cayó, ni herido siquiera, pero dio vuelta al mundo, haciendo creer que de ahí, salieron las balas homicidas. El juez dijo, “no están en el mismo plano de sustentación, víctima y victimario”
Mi corporación, no formó parte de ese operativo, en todo tiempo la estrategia de Genaro García Luna, fue inculparnos, pretendió deslindar a su corporación de los hechos, tampoco lo logró, mandó a López Dóriga a que transmitiera desde Chilpancingo amenazante de que el Procurador debía renunciar.
Si, querían tener el control de una investigación que amañaron; no renuncié, solo presenté una licencia temporal, sabiendo que los hechos se aclaran pronto, era evidente, los videos demostraban, quienes habían disparado de manera frontal. Era la Policía Federal.
No fue así, se perturbó y enrarecieron las investigaciones, siempre buscando hacernos responsables de los trágicos hechos.
Fui investigado, procesado, vilipendiado por órdenes de García Luna, pero con todo su poder, demostramos Inocencia y evitamos el atentado contra la Institución de Procuración de Justicia en el estado.
Se empeñaron en presentar a un culpable y un 24 de febrero de 2012, 50 elementos federales, rodeaban mi domicilio, con Orden de Aprehensión, no pudieron ejecutarla, aunque era bastante su decisión, no suficiente su razón.
Después de pasar el peligro de la detención, voluntariamente me presenté ante el Juez Federal, afrontando 2 largos años del proceso, demostramos que fuimos ajenos a esos hechos.
No obstante las evidencias,La Policia Federal, no fue molestada, no fue investigada, el poder de García Luna y de Calderón, era suficiente, para institucionalizar la impunidad.
Algunos adversarios temerariamente, llegaron a decir, que di la orden de disparar, opinión de lo más ruin, jamás atentaría en contra de la vida de nadie.
Soy hombre de principios, de valores, de izquierda; soy hombre de paz, de diálogo.
El tiempo nos ponen a cada quien en su lugar, la cárcel, que para mi querían, hoy la sufren otros, sin que sea motivo de gusto, solo de ejemplo, que la vida, todo nos cobra en su momento.
He lamentado en estos 10 años la muerte de estos jóvenes, así como la de Gonzalo Rivas Cámara, trabajador de la gasolinera, víctima inocente.
He lamentado que líderes de ONG, aliente a la familia encono contra quien, en juicio sumario, nos señalan, solo por haber ocupado un cargo en ese momento.
Fui el único Servidor Público, que junto al Predidente de la CEDH, Lic. Juan Alarcón, desalentamos eventuales enfrentamientos ese mismo día, después de los hechos, eso lo sabe Vidulfo Rosales, porque estuvo presente y a conveniencia, lo ha callado.
A Diez años, le expreso a la familia de Jorge Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverria de Jesús, mi pesar por esos hechos, he pedido en diversos tiempos a la PGR, hoy FGR, reabra las investigaciones del caso, a fin de dar satisfacción a la familia y a la sociedad de Guerrero.
Detesto la violencia, respeto la vida, la libertad el honor y el patrimonio.
Creo en la justicia, aunque a veces llegue tarde.

12 de diciembre de 2021.

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