El Voyerista

• A mis enemigos la ley. Y a mis amigos…

Por Alfredo Guzmán

Un evento que muchos hoy aplauden a partir de que no tienen conciencia y ésta se redime con una beca bimensual o por aplaudir acciones que en el pasado se cuestionaron, hacen que me ruborice y me dé pena ajena.
Los años 70s en Guerrero, fueron crueles y complicados para una sociedad indómita, que reclamaba que el ejército regresara a sus cuarteles, derivado de los excesos cometidos contra la sociedad.
Los únicos que aplaudían que el ejército actuara impunemente eran los caciques y ricos del estado y su gobierno, por supuesto.
Xaltianguis en mi memoria, era el terror. Yo comunista, fichado por ser parte de una organización que abiertamente estaba contra la militarización de los pueblos de la sierra de Atoyac y la actuación impune de los militares, que llegaban a cualquier hogar y con patente de corzo, desaparecían a cualquier ciudadano.
Otra policía, era la motorizada de Acapulco, que aterrorizaba a todos con su actuación igual, en contra de toda aquella o aquel que consideraran sospechoso de ser terrorista o librepensador.
Miles de Guerrerenses fueron desaparecidos y asesinados, es la fecha que nadie da cuenta de ello.
Desde la trinchera que nos permitía la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), único bastión democrático y célula social, que hasta la fecha, sigue siendo semillero de educación y ciencia, aunque los gobiernos de ayer y de ahora, siguen tratándola como de segunda, al otorgar el presupuesto más bajo del país, por alumno.
Es ofensivo que el ejército haga labores cívicas, como la Seguridad Pública. Que los generales sean empresarios de la construcción y que sean tan o más corruptos, al inventar pagos y robarse millones de pesos pagando a empresas fantasmas, como se denuncia en Santa Lucía.
Que amigos de AMLO, sean exhibidos por realizar carruseles en filas bancarias, robándose dinero de los mexicanos, que el Instituto Nacional Electoral (INE) le diera para sus campañas y que inventara fideicomisos para otorgar apoyos a damnificados de un sismo y se robaran el dinero, para utilizarlo en promociones político electorales.
Que sus hermanos e hijos se beneficien con programas y dinero, y que sigan tan campantes comiendo chocolate y haciendo negocios redondos, con dinero de los mexicanos.
Que Félix Salgado Macedonio sea el poder tras el trono, decida, determine quién entra y quién sale. Que le refresquen sus relaciones con capitanes del narcotráfico y siga orondo y feliz, sólo por ser ahora amigo del presidente. Y que hoy quieran olvidar los abusos contra mujeres, que existen en expedientes.
Que además despache en Chilpancingo, aunque lo pudiera hacer donde quiera, pero que no cargue con los errores del gobierno, pues carece de nombramiento formal.
Que la responsable de turismo en zona centro del estado de Guerrero, denuncie a un funcionario del actual gobierno de Evelyn Salgado Pineda como acosador y la cesen a ella, en vez de correr al violentador, es un premio a la ignominia y a la vergüenza de ser gobernadora y mujer.
Que los principales funcionarios que luchan contra la corrupción en el gobierno de la 4T, como el ex titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) Santiago Nieto Castillo y Alejandro Gertz Manero, sean denunciados por haber realizado compras por millones de pesos, en cortos espacios de tiempo, compras de lujos excesivos, sin tener condición ni posibilidades de hacerlo, más que lavando recursos ilícitos o sirviendo de tapadera de hurtos, de alta gama.
El gobierno federal inicia la otra mitad de su gobierno, sin cumplir ninguna de sus promesas de campaña. Y los conflictos sociales, crecerán, al no tener respuesta en medicinas, en vacunas, en crecimiento económico. Y que sólo crezca la violencia y la inseguridad.
El gobierno local de Guerrero, al carecer de recursos financieros, proyectos e ideas, sólo se dedique a firmar convenios de colaboración que la ley obliga a cumplir, sólo para justificar que hay intención de hacer cosas diferentes, aunque sean iguales, pues no hay algún anuncio nuevo de importancia.
En fin, el mes de diciembre ha llegado a generar muchas inquietudes, muchas veces ligadas a conflictos no resueltos en economía, seguridad, carencia de crecimiento económico, carestía e inflación creciente y muchos trabajadores guerrerenses, quienes son amenazados de llegar a enero, sin trabajo, derivado de la austeridad de los nuevos gobiernos, estatal y municipales.
¡Enhorabuena y por mi madre bohemios¡

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