• ¿San Marcos, Guerrero. ¡A lo grande!?
Por Alfredo Guzmán
“San Marcos tiene la fama de las mujeres bonitas, también Acapulco tiene, pero…”
Parece que la justicia social, o al menos mejores perspectivas de desarrollo se acercan y para bien de los oriundos de la zona de Costa Chica, de la mano de un presidente municipal, que de joven, veía a la política como algo sucio, negativo, pero ya viviéndola de cerca, entendió que es la mejor forma de dar, de regresar, de trabajar por el bien común.
Tomás Hernández Palma, se llama el edil de San Marcos, Guerrero. Recién reelecto en el puesto con el reconocimiento social de un pueblo, que sueña, y que busca convertirse en una real puerta de desarrollo, para toda la Costa Chica. Y no solo la puerta trasera de Acapulco.
59 kilómetros separan a San Marcos del puerto más famoso de México, Acapulco. Y no existe un solo letrero que indique hacia dónde ni cómo llegar hacia ese lugar.
Hoy, a partir de varios convenios con desarrolladoras nacionales, hasta el momento ya se proyecta construir cientos de viviendas en condominios, campos de golf y hoteles de alta gama, que vendría a ser una extensión de la grandeza del puerto de Acapulco.
Pero no se trata de construir, por hacerlo, sino de manera planificada y con un desarrollo sustentable, o sea con respeto a la naturaleza y a la zona, que sin duda es un paraíso sólo conocido por los lugareños y algunos turistas que prefieren el lugar a la aglomeración del puerto.
La primera demanda de Tomás Hernández Palma, es que la mano de obra sea principalmente de San Marcos y sus alrededores. O sea que su gente se beneficie principalmente desde el inicio de las obras. Y sabe que esto también beneficiará a los municipios vecinos de Copala y Marquelia, donde se proyecta también, desarrollar unidades habitacionales, campos de golf y hoteles de alta gama.
“Quizá yo no vea las obras completadas, como presidente municipal, pero ya estamos construyendo la infraestructura básica, para el inicio de las obras grandes, lo principal, es que esto detone el desarrollo que se nos ha negado,” dice emocionado, “aunque yo ya no sea autoridad.”
Tomás Hernández Palma nace en 1963, Originario de las Lechugas, municipio de San Marcos, Guerrero. Llega a Chilpancingo en el año de 1982, a estudiar en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Guerrero. Egresa en 1987. Un año antes de egresar, empieza a trabajar como juez de barandilla en el periodo de Florencio Salazar Adame, como Secretario particular de Héctor Astudillo Flores, quien es el edil. Luego va como responsable del almacén del Tribunal Superior de Justicia, con Miguel Bello Pineda. Quien le ve patas para gallo y lo envía como juez de paz a Ometepec.
Presenta un examen para MP, lo aprueba y se incorpora a la Procuraduría General de Justicia en el Tribunal Superior de Justicia. Con Antonio Alcocer Salazar, quien lo nombra como Secretario Particular y lo envía como Delegado de la Procuraduría en la zona norte. Sucede el asunto de Aguas Blancas, el gobierno de Rubén Figueroa, sale. Y él se queda como asesor general de la Procuraduría, con Erit Montufar, quien funge como director de la Policía Judicial.
Enrique Galeana Chopín lo invita al Partido Revolucionario Institucional (PRI), él se niega, porque se considera apolítico. Y no quería saber nada de eso ni del PRI. En una segunda ocasión lo vuelve a invitar y no pudo decirle que no porque sin trabajo y con hambre, se integra al PRI.
El equipo de Galeana, era Mario Moreno, Ricardo, Gregorio Arcos, Jorge Fuentes Adame, Antonio Gaspar Beltrán, entre otros. Ahí se da cuenta que la política no es mala, sino que en todo caso, es el actor político el responsable.
Se enamora de la política, temas de partido, tareas, giras de apoyo a otros estados, se incorpora con Enrique Galeana que es diputado, como Secretario Particular. Galeana Chopín se va al IGIFE, Hernández Palma se va al jurídico del IGIFE, presenta un examen para ocupar una plaza federal en el Instituto Nacional de Antropología e Historia y logra ganar y se incorpora en el área jurídica del INAH en Guerrero.
En el 2005 se separa porque lo invita el presidente municipal electo de San Marcos, Armando Viviano, como Secretario General de Ayuntamiento. En diciembre de ese año, inicia su caminar político en su tierra natal. Ahí empieza a conocer el municipio, e inicia con un equipo modesto, que lo ha acompañado, hasta el momento. En 2008, compite en elección interna del PRI, y pierde, con Arturo Heredia. Se suma y es regidor. En aquellos tiempos conoce e Ángel Aguirre en el Senado y le pide ayuda. Su hijo Ángel Aguirre y Mario Moreno como diputados, uno local y el otro federal, junto a Aguirre Rivero lo apoyan y lleva obras a San Marcos, como regidor.
Viene el rompimiento del PRI con Manuel Añorve como candidato y Hernández Palma, apoya a Aguirre Rivero, como regidor priista y así empiezan a fortalecer su relación.
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) lo postula como candidato externo a la diputación y gana. Se afilia al PRD a los 6 meses ya como diputado. 2012, 2015 diputado local. En el 2015 busca ser presidente de San Marcos y no lo logra, pierde, quedando en segundo lugar.
En el 2018, siguiendo con trabajo y con su organización social, se inscribe con el PRD y gana con más de 4 mil votos de diferencia y en el 2021 es reelecto y es el primer presidente municipal de San Marcos, de 6 años.
Esta es la breve historia de un personaje que odió lo político y que hoy tiene relaciones con todos los partidos, de todos colores y que sabe que eso no debe impedir el desarrollo de los y las guerrerenses.
Tomás Hernández Palma se llama y sigue tan campante.