- FGE: La moneda está en el aire
Por Jacko Badillo
Uno de mis colaboradores cercanos me preguntó hace unos días, con cierto escepticismo: “Oyes tigre, ¿y sí de verdad va a haber selección de los aspirantes o ya está cocinado el tema del fiscal?
Sin pensarlo, de inmediato le contesté, aunque sólo con una señal: la del volado, la que se hace raspando hacia arriba la uña del pulgar de la mano con el dedo medio.
Y es que en efecto, tratándose de un tema que tiene que ver con la procuración de Justicia en favor de los guerrerenses, un área que no solamente ha sido duramente cuestionada por el tema de la corrupción, sino por la evidente falta de atención oficial para desterrar viejos vicios muy arraigados, sin duda merece la mayor seriedad.
Por eso en el Congreso del Estado estamos poniendo la máxima atención a la designación de quien ocupará la titularidad de la Fiscalía General del Estado, en donde de manera sorpresiva contabilizamos 44 aspirantes, lo que habla del gran deseo de participación y de servir a su estado de los profesionales del Derecho, y por ello la responsabilidad que tenemos es mayor, para elegir al mejor perfil, hombre o mujer.
Es satisfactorio saber que la gran mayoría de quienes han entregado su documentación junto con el plan de trabajo que plantean para sacar adelante la dependencia, confían en la legalidad del proceso que se está llevando a cabo, en el que participan tanto el Poder Legislativo como el Ejecutivo, pues no hay que olvidar que del total de aspirantes registrados, se enviarán por lo menos 10 que cumplan con los requisitos, tal como lo marca la ley, al Ejecutivo, el cual regresará sólo una terna que será pasada al pleno del Congreso para la determinación final.
El mensaje recurrente de nuestra gobernadora Evelyn Salgado Pineda de combatir de manera frontal la corrupción en todos los niveles, fortalecen esa confianza y el Congreso, por su parte, hará lo propio para que la designación sea lo más transparente posible, de ahí que, como se lo indiqué a mi colaborador, la moneda está en el aire y no hay nada para nadie.
Mientras tanto… ¡Jálalo que es pargo!