Zona Cero

  • La inseguridad en Chilpancingo

Por Roberto Santos

¡Híjoles!, la presidenta Norma Otilia está acercándose a arenas movedizas.
Sí que le están fallando sus asesores.
Por eso la recomendación es que debe aprender a escuchar más y hablar menos.
Bien dicen que lo difícil no es llegar, sino sostenerse en el poder, y para eso se requiere habilidad e inteligencia.
Decir que las instituciones no se encargan de la seguridad pública fue un error que debe enmendar.
Tampoco es correcto que diga que los comités ciudadanos van a encargarse de darse seguridad y menos ese llamado a que tengan cuidado porque algunos delincuentes andan armados.
Lo cierto es que ni los ciudadanos pueden enfrentar a los delincuentes ni las instituciones deben hacerse a un lado para descargar en otros sus responsabilidades.
No se sabe qué pasó cuando la atención a la seguridad venía funcionando muy bien durante la administración pasada, la que encabezó Antonio Gaspar Beltrán.
Durante los tres años anteriores los índices de criminalidad bajaron considerablemente y la ciudad de Chilpancingo salió de las 50 más peligrosas del país.
Raro es que las cosas hayan cambiado para mal, cuando la Mesa de Coordinación para la Paz y la Seguridad siguen funcionando casi con los mismos funcionarios federales de la Marina, Sedena y de la Guardia Nacional.
La pregunta obligada: ¿Quién está fallando? O ¿Quiénes quieren llevarse a la fiesta a Norma y le simulan trabajar para la capital?
La otra pregunta: ¿Dónde están los cien Marinos que recién llegaron a Chilpancingo para reforzar las medidas de seguridad?
Tiene toda la razón el expresidente municipal cuando señala que su administración dejó a Chilpancingo fuera de los niveles de inseguridad que tenía cuando llegó a la presidencia municipal, y que esto fue gracias al apoyo de la Sedena, de la Guardia Nacional y de la Policía Estatal.
Antonio Gaspar, en conferencia de prensa, afirmó que el C2 fue entregado en óptimas condiciones y firmado de conformidad durante el proceso de entrega-recepción.
Además, aclaró que de las 72 cámaras colocadas en puntos estratégicos de la ciudad, solo 23 necesitaban mantenimiento para volver a funcionar correctamente, por lo que es falso que la mayoría estén inservibles.
El expresidente recordó que fue el General Crescencio Sandoval González quien le informó al presidente de México, que en Chilpancingo se habían logrado reducir los índices de violencia, con datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Evitar abrir frentes de batalla cuando se tiene el poder es una de las recomendaciones para todo político, más cuando se carece de la habilidad suficiente para afianzarse, y algunos grupos extralegales presionan con acciones criminales y terroristas para posicionarse en la ciudad.
Es el momento para Norma Otilia enfrentar lo que le corresponde y haga valer su figura constitucional frente a las corporaciones policíacas y de coordinación para que pongan manos al asunto de recuperar la seguridad en Chilpancingo.
Negar su responsabilidad y culpar a otros, le irá menoscabando la fuerza que los electores le dieron en las urnas, con el riesgo de perder consenso y legitimidad ante la población de Chilpancingo.
Por el bien de todos aún está a tiempo de enmendar el camino.

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