Chicotazos

• SUSPEG, cambio y transformación

Por Francisco Javier Flores V.

Un poco antes de iniciar las campañas por la secretaría general del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG), una muy querida amiga me sorprendió con la siguiente pregunta: “¿Por qué crees que no han dejado llegar al profesor Héctor Acevedo?”. Confieso que en ese momento no tuve argumentos para responderle.

A menos de 15 días de que se lleven a cabo las elecciones y conociendo la calidad de los participantes en la contienda, puedo tener mayor claridad en el panorama y, ahora si, responderle a mi amiga.

Antes, sin embargo, echémosle un breve vistazo a quienes además de Acevedo, también compiten por ese cargo.

Poco es lo que se puede destacar de Adolfo Calderón Nava, quien ya tuvo oportunidad de encabezar el Comité Central Ejecutivo, su desempeño fue el más gris de los que se tienen memoria, y sólo utilizó su paso por el SUSPEG para brincar a la regiduría del Ayuntamiento de Chilpancingo. ¿Será que ahora quiere ser nuevamente secretario general para de ahí brincar a diputado?

Por cierto, como edil de la capital, nunca se le vio defendiendo los derechos de los trabajadores; por el contrario, fue cómplice -como miembro de la parte patronal- de que durante ese periodo la deuda al ISSSPEG se incrementara como nunca antes. ¿Con qué cara anda ahora pidiendo el voto? El colmo del cinismo y la desvergüenza.

Adela Hernández Angelito es evidentemente la candidata oficial, la que tiene el respaldo del actual dirigente David Martínez Mastache y de un buen número de secretarios generales seccionales, quienes sin recato alguno y sin importarles violar el estatuto jurídico se exhiben en todos los eventos que encabeza. Es también la que mayor derroche de recursos hace, que habría que preguntarse de dónde proceden.

Esto que pudiera parecer una fortaleza podría ser para Adela su mayor debilidad. Ser la candidata oficial significa que con ella tendrán continuidad todas las prácticas nocivas que tanto han lastimado a la base trabajadora.

Venta de plazas, privilegios sólo para unos cuantos, escamoteo de las prestaciones a las que por ley tienen derecho, debido a que han permitido que hoy el ISSSPEG se encuentre sumergido en la peor de sus crisis, son sólo una muestra de lo que la burocracia estatal, de los ayuntamientos, de los organismos públicos no descentralizados y el magisterio estatal, seguirán padeciendo de llegar Adela a la dirigencia. Más de lo mismo, porque ella pertenece a esa casta que por años ha regenteado las siglas sindicales para beneficio propio.

Y es ahí, justamente, donde radica la fuerza de Héctor Acevedo Rivera, quien es el único de los candidatos que viene planteando un cambio para transformar al SUSPEG en una organización que verdaderamente vele por los derechos de los trabajadores.

Es el único, por ejemplo, que se ha pronunciado en contra de la venta de bases, y que ha señalado la existencia de más de 200 “comisionados extra”, viles aviadores que cobran sin trabajar, sangrando el erario público. También es quien viene planteando una revisión a fondo de los contratos colectivos de trabajo en busca de mayores beneficios y eliminar los abusos a los sindicalizados. Ahora entiendo porqué, en las veces anteriores que ha buscado la dirigencia, no lo han dejado llegar.

En tiempos de la Cuarta Transformación, la misma que abanderan los gobiernos federal, estatal y los municipios más importantes de Guerrero, Héctor Acevedo es también el único candidato que comulga con esos postulados, no en balde su lema de campaña reza que “con la base todo, sin la base nada”. Vale.

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