• 114 muertos en los primeros 30 días
• Día a día se incrementa la violencia
EN EXACTAMENTE UN MES, O LO QUE ES LO MISMO, en los primeros 30 días del gobierno de Evelyn Salgado Pineda, ocurrieron 114 asesinatos en el estado; casi la mitad de éstos, 53, fueron en el puerto de Acapulco, que gobierna Abelina López Ramírez; en Chilpancingo, que lo hace Norma Otilia Hernández, fueron 10; en Iguala, con David Gama, también 10. En San Jerónimo sucedieron 6, en Huitzuco, 5, y en San Marcos, 4.
El recuento es de el periódico El Sur, quien señala, además, que estos asesinatos están relacionados con el crimen organizado. Con todo, añade la información, el número es inferior a los 174 casos del primer mes de su antecesor, Héctor Astudillo Flores.
De entre los 114 asesinatos, destaca el hallazgo de una camioneta con 4 cuerpos de choferes del transporte urbano de Acapulco, encontrados desmembrados tras un enfrentamiento con militares. Además, del total de casos, 8 son mujeres y 106 hombres. La información es de este martes 16 de noviembre, y en ella el periódico da cuenta puntual de los casos.
Hay que decir que con todo y que los precios de las drogas han bajado, Guerrero sigue siendo uno de los estados del país con mayor producción de mariguana y goma de opio que, aunque se diga lo contrario, sigue teniendo una gran demanda, pues de otra forma no se explica el número de grupos delincuenciales en el estado, y la lucha constante entre ellos.
Cabe señalar, también, que desde el 15 de octubre pasado, en Guerrero se lleva a cabo la política de “abrazos, no balazos” que a nivel federal encabeza el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Es decir, nada de perseguir o enfrentar a los grupos delictivos que tienen que ver con el crimen organizado, o lo que es lo mismo, a los que trafican la hierba o el polvo maldito, como dice un corrido.
Así las cosas, los primeros 114 muertos documentados, no tienen que ver con la persecución y combate de las autoridades hacia los grupos delincuenciales relacionados con el llamado narco, pues la política federal tiene que ver con no molestarlos, pues incluso, diría el presidente, es gente que se porta bien.
En consecuencia, hay que dejarlos hacer…
Y es que, en algunos casos, dicen las malas lenguas, operan para ganar elecciones.
No obstante, hay que decirlo, el número de muertos se sigue incrementando, a los que se suman los ocurridos por accidentes o algún otro motivo, lo que empieza a generar temor entre el grueso de la población, que si bien no está metida y es ajena a actividades delictivas, considera que ya ni en su casa está segura, dado la impunidad con que actúan quienes actúan al margen de la ley.
Hay que decirlo. Con todo y que la alcaldesa de Acapulco no le gusta que se den a conocer los hechos delincuenciales, no sólo hay una percepción en el estado de que la violencia y la inseguridad se ha incrementado en las principales ciudades del estado, sino que los números así lo demuestran, y en contraparte no parece haber una estrategia de seguridad pública que venga a darle confianza a la ciudadanía.
Ciertamente gobernar un estado como Guerrero no sólo es complicado, sino difícil, pero uno esperaría del actual gobierno, que supongo está haciendo lo propio, acciones contundentes contra la inseguridad pública, no sólo para el futuro, sino para ya, bajo el entendido que como autoridad es su responsabilidad.
Guerrero, hay que decirlo, hasta antes del 15 de octubre estaba evaluado por el gobierno federal, y allí están los elogios del presidente López Obrador, entre los primeros lugares en disminución de hechos delictivos, por lo cual Héctor Astudillo Flores era objeto de reconocimientos.
Sin embargo, las cosas parecen haber cambiado, lo cual no se explica si el actual gobierno del estado tiene todo el apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador, tanto que le ha enviado un mayor número de efectivos militares para resguardar la seguridad de los guerrerenses.
Aquí lo hemos dicho: ¿acaso la Mesa Estatal de Coordinación para la Construcción de la Paz en Guerrero, no funciona?
Y EN UN TEMA APARTE, pero que tiene que ver con la seguridad pública, ¿quiénes comprarán los vehículos blindados que subasta el gobierno estatal?
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