• ¿Patadas de primer nivel?
Por Alfredo Guzmán
En política, nadie muere hasta que lo entierran y aun así, puede tener influencias y poder, como lo hizo en su momento Mío Cid quien a su muerte, guardada como secreto de Estado, quienes lo sabían, utilizaban su imagen o sombra y eso hacía huir a sus enemigos. A su muerte sus seguidores, colocaban un caballo y a un jinete con la vestimenta del líder en lo alto de la montaña y eso hacía que los contrarios supusieran que lo tenían que enfrentar y huían.
Lo anterior, sólo fue un pretexto, para iniciar un comentario relacionado con los últimos acontecimientos políticos que está viviendo el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Su conformación política es variopinta y no tiene ideología determinada. Se dice de izquierda, pero sus documentos básicos y su plataforma electoral no lo mencionan. Su ideología se mueve entre Nacionalismo de izquierda, reformista y antineoliberalismo(sic). Tiene una posición política entre centro izquierda. Tiene similitud al Partido Revolucionario Institucional (PRI), pero éste con cercanía al Libre mercado, al que renuncia Morena.
Morena sin aceptarlo por su actitud condescendiente con el narco, contra las feministas, con la violencia, contra el aborto, lo coloca como un partido conservador.
Su indefinición o apertura ideológica, donde todos caben ha permitido, que excomunistas, priistas, panistas, perredistas, petistas, luz del mundo, cristianos, corruptos y demás fauna sin partido, ni ideología nutran a diario a la organización, lo que para algunos lo hace fuerte, coyunturalmente, pero débil al futuro.
Eso genera visiones múltiples, que en ocasiones chocan y generan fricciones diversas, aún de bajo nivel, que empiezan a escalar. Mismas que habrán de ser más fuertes a la cercanía con la definición del sucesor de Andrés Manuel López Obrador (Amlo).
Lo ocurrido en Guatemala, en la boda de Santiago Nieto y la Consejera electoral Carla Humprey, indica el nivel de enfrentamiento, que inicia a manifestarse alrededor de quienes ostentan al interior de Morena un alto nivel de imagen, que se suponían intocables.
Santiago Nieto, ahora ex titular de la Unidad de Investigación Financiera (UIF), quien ha colocado a cientos de políticos en la lona, al menos mediática, luego de ser exhibidos por manipular dinero en paraísos fiscales o por hacer movimientos en bancos de Andorra o supuestamente involucrados en la saga corrupta de Emilio Lozoya Austin, entre otras acciones, cae en desgracia, luego de que en algo que parece un montaje-venganza, unos invitados a su boda, llevaban dólares legales, pero que se volvieron ilegales, por así interesar al poder, de algún grupo al interior de Morena.
Claro ataca a los enemigos del sistema, porque a los hijos y parientes de Amlo, no los investiga.
Nadie en este momento fuera de Morena, tiene la información, capacidad y poder para operar contra un evento normal, como es una boda privada, hasta convertirlo en escándalo, y con ello ajustar cuentas a un intocable y digno de todo crédito y cercano a Amlo.
Las repercusiones y las circunstancias que se generen por esta situación, apenas habrán de servir, para buscar a qué grupo político al interior de Morena impacta y quiénes podrían ser los beneficiarios. Aunque pudiera ser también, que alguien quiso meter ruido al interior de los grupos de poder de Morena y provocar vendetas.
La fuerza y la debilidad de esa organización son evidentes y serán los elementos que pueden ser motivados, desde dentro y fuera de la organización, con un propósito básico.
Esto ocurre en un contexto y coyuntura política, a la mitad del camino de la presidencia, que empieza a enfrentar condiciones críticas, al tener un escenario financiero complicado, de inseguridad, sin crecimiento, sin medicinas, sin dinero, sin fideicomisos, con Pémex en crisis, con acciones que empiezan a mostrar errores de cálculo, no proyectados ni considerados, por suponer que todo iba a salir bien.
La pandemia, se convierte en un anillo al dedo, gangrenado.
El más grave, haber convertido en chatarra un aeropuerto de buen nivel y construir un helipuerto, tipo hangar parecido a los que existen en países africanos, donde no pueden arribar aviones de buen tamaño. Por esa acción, la deuda financiera por los reclamos y la destrucción de una obra que se dijo rodeada de corrupción y que a la fecha no se tiene un solo individuo preso por ello, empieza a caer en descrédito social y político.
Especialistas, indican que de 140 aviones que arribarían en un día, se tiene previsto que sólo lleguen 4, porque las aerolíneas internacionales, reclaman que ese lugar no tiene las condiciones ni la capacidad para darles seguridad.
No habían existido hasta ahora, críticas, cuestionamientos y hasta burlas al ejecutivo en eventos como la reunión en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), donde fue a reclamar que los Estados Unidos no maltratara a los indocumentados y la organización mundial de los Derechos Humanos, le sugirió que aplicara esa política en México, contra sus policías que maltratan y matan a indocumentados centroamericanos.
O a solicitar que se luche contra la corrupción y le digan que eso no se encuentra entre los fines de la ONU.
Es deseable que la imagen de Amlo se mantenga fuerte al interior de Morena, porque de lo contrario, le pueden crecer los enanos y convertir la sucesión en cena de contrarios, para no caer en racismos.
Y se empiece a desdibujar la proyección de Morena para los próximos 50 años.
Y lo ocurrido en Guatemala, sea sólo el principio de una crisis que empieza a crecer y hacer agua por todos lados, al iniciar la guerra interna que se ha venido dando, pero ahora apenas asoma la cabecita.
Vamos a estar atentos y observando el escenario que empieza a mostrar contradicciones, que pueden chocar entre sí y destruirse solos.
Y si esto ocurre a nivel nacional, en los estados, también ya se manifiesta. Al tiempo.