El Voyerista

• ¿Una estrella que no brilla?

Por Alfredo Guzmán

Recientemente fui testigo de una rechifla, un linchamiento mediático y de una serie de actitudes machistas contra una joven diputada, cuyas circunstancias le fueron adversas y ya suponen todos que no volverá a brillar.
Imagino el escenario, recién (unos días) soy ungido como diputado, y llegó a mi curul, soberbio, orondo, sabiéndome que en tres años seré cuasi intocable de las miserias humanas, aunque reconozca no tener absolutamente ninguna experiencia legislativa, me paseo por los pasillos, como flotando en una nube, pero de eso nadie lo sabe, sólo yo.
Mis méritos no importan, ya soy y qué. Además sin ninguna experiencia, hoy pertenezco a la organización política líder y que se jodan los demás. ¿Por qué soy diputado, pues me vale lo que digan. Que soy un ignorante, cierto, pero al fin y al cabo, los priistas, perredistas y demás changos en su mecate son igual. Estamos iguales.
Aunque yo sí he acudido a 7 Cumbres Mundiales de Comunicación Política y me llevo de a cuartos de hoyito con los mejores estrategas de la comunicación en el mundo.
Llego a la sesión, camino a mi curul e inicia el trámite de pase de lista, empieza la sesión legislativa de la tribuna más importante del estado. Recuerdo que nunca he hablado en público a ese nivel, pero y qué?
Soy Secretario de una comisión, de la que desconozco todo, pero va.
El Presidente de mi Comisión no asiste, no me avisa y me llaman a tribuna a leer un documento del que no sé su contenido, pero resulta que no llevo mis lentes de lectura, no veo. Solicito que me den otras hojas con el tipo más grande, la luz del recinto es magra y zas. Me regresan las mismas hojas. No me entienden.
¿Qué hago? Reconozco que no veo, me bajo de la tribuna, se van a burlar. Se me cae el mundo. Ni siquiera el chapulín colorado me ayuda. Mis clases de comunicación política, me obligan a no leer no discutir, ni opinar sobre un tema que no conozco.
-A ver qué sale- y como el Borras, me lanzo desde la tercera cuerda y en la madre. No supe ni caer.
“Por una vez que lloré, ya me decían el llorón.” “A cualquier chismolera se le va un chile entero.” En la madre, no sé cómo enfrentar algo para lo que no estoy preparado.
Un elemento básico del manejo de crisis es aceptar que existe.
No evadir, enfrentar el hecho y no sacarle la vuelta. Si la responsabilidad es personal, aceptarlo y ofrecer disculpas. Más se perdió en la guerra y mi responsabilidad es hacer partícipe de quien quiera escucharme, de mis limitaciones de visión y quizá hasta chuscamente de mi desconocimiento de un tema.
Subir a tribuna en la brevedad y leer ahora sí, con tipo grande, con mis lentes puestos un texto cualquiera y enfrentar las risas y las bromas que pudieran surgir. Soy más grande que cualquier fracaso temporal. Nunca más vuelvo a subir a tribuna sin prepararme anímicamente y con actitud.
Pasando a otro tema, ayer andaba buscando un cajero para sacar mi remanente quincenal. Por el mercado municipal de Chilpancingo, había un Santander y un Banamex. Ya no están. Fui a un banco nuevo que se llama Bienestar. No tenía fondos y observé a no menos de 200 personas formadas esperando que el banco les pagara unan beca que iba desde 1200, 1500 y 1800.
En la fila, estaba gente que supongo no tiene ni en qué caerse muerta. En espera de una limosna, que nunca han recibido, pero que llegará y de seguro, no alcanzará para nada, pero es mejor que nada. Que nunca tuvieron oportunidad de trabajar, de estudiar, de prepararse en algún oficio.
Ese es el ejército de ciudadanos, que son denigrados a formarse horas y horas, para recibir lo que el gobierno de la 4T, les regala, para tenerlos cooptados. No hay presupuestos para programas de seguridad, para medicinas, para los niños con cáncer, ni para ser operado de alguna urgencia, pero si, para quienes sin hacer nada, reciban la limosna mensual, o bimensual.
Algo es algo, dirán los que nunca tuvieron oportunidad de trabajo fijo, los que no pudieron ahorrar, los que se dedicaron a la vida sin orden ni estudiar nada, porque quitaba tiempo.
El caso es que hay que resaltar que es difícil pagarles, pero se hará, cuando haya dinero. Nada es fácil, eso hacen suponer los de Morena, para que la gente viva agradecida. Y vote o acuda al mitin, cuando sea necesario.
Con esa mentalidad, ahora se mueven los nuevos Mesías, los que regalan dinero, los que dicen robar, ser corruptos, pero menos que los del PRI.
También me entero de que el nuevo líder de Morena ya lo decidió quien manda en Guerrero. Sin considerar nada. No importa el mérito, sino la sumisión. Los requisitos ser sumiso 80% y capaz, 10. Los otros diez. Son para lo que haga falta.
Enhorabuena.

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