*Rechaza Evelyn Salgado negociar con el narco
*El de Abelina, un gobierno de apertura, reconoce Bulmaro Cabrera
Por Roberto Santos
Bien por la gobernadora al fijar su postura ante el pedido del obispo Salvador Rangel de negociar con el narco para conseguir la estabilidad social.
Que ya tenga una estrategia para combatir la inseguridad, es loable.
Y además que reconozca que para atender la inseguridad no solo se trata de traer más elementos de seguridad, sino ir a las causas que generan la delincuencia, significa que ha entendido el fenómeno de una manera global, y justamente eso es lo que se necesita.
Elementos que disuadan, trabajo de inteligencia, y atender con prontitud los actos criminales, puede darles resultados.
Pero es central ajustarse al estado de derecho, y no capitular con fuerzas extralegales.
Ya era tiempo de que al obispo le digan que no, que no es posible negociar con esos grupos, con quien él ha venido acordando la pacificación que no ha podido concretar.
En realidad a ciertos grupos criminales no les interesa crear un ambiente de crispación social, porque es como ponerse la soga al cuello al calentar la plaza.
La crisis de violencia se dispara cuando un grupo de divide y se pelean el mismo lugar para hacer negocios, como ha pasado en Acapulco, o cuando dos grupos criminales se enfrentan por lo mismo espacio, como es el caso de Iguala.
El problema se hace más grave cuando presionan a los comerciantes para que paguen piso, y los contrarios hacen lo mismo, poniéndolos entre la espada y la pared, con alta probabilidad de ser asesinado si no le cumple a uno o al otro. Una situación en exceso irracional de los maleantes.
También es cierto que los delincuentes no tienen código de honor ni moral alguna, pues lo mismo asesinan a un bolillero que a una vendedora de elotes solo por unos pesos.
Dice la gobernadora Evelyn Salgado que atacará las causas que generan la violencia con más programas sociales y con mayor presencia en las comunidades a las que va a atender en sus necesidades.
Se oye bien, ojalá lo consiga, por el bien de todos.
EN OTRO TEMA. Un excelente ejercicio de pluralidad política el de Abelina López Rodríguez al recibir a liderazgos del PRD encabezados por Bulmaro Cabrera.
Los líderes perredistas ante los funcionarios municipales y la presidenta municipal plantearon sus peticiones de obra pública, luminarias, recolección de basura y agua potable.
Este ejercicio sirvió para demostrar que se puede convivir en la diversidad política, un rasgo relevante de quienes defienden la democracia en tiempos de intolerancia y falsas posturas.
Los reunidos: la presidenta municipal, sus funcionarios y líderes perredistas comprenden que en el entendimiento será como podrán conseguir el bienestar de sus representados.
Por lo tanto, es buena señal ver este tipo de encuentros, porque da confianza en que habrá colaboración entre liderazgos de distinto origen político, en bien de la población de Acapulco.
“Nada me va a detener en el sentido de beneficiar a Acapulco”, ratificó la presidenta municipal frente a transportistas, trabajadores turísticos y personas venidas de diversas colonias, coordinadas por el perredista Bulmaro Cabrera Rojas.
“Es un honor servir, es un honor el que vengan ustedes a saludarnos” y plantearnos sus problemas, saludó la presidenta a los visitantes, quienes sin duda acudieron también a darle su respaldo y reconocimiento a su trabajo y liderazgo social.
Fue Bulmaro Cabrera quien felicitó a la presidenta municipal y al equipo que tiene por atender a la gente y la reconoció como una mujer que a va a sacar adelante a Acapulco, ofreciendo su apoyo para coadyuvar en la solución de los problemas.
Cabera reconoció que el de Abelina es un gobierno de apertura.
A este reconocimiento se unieron las regidoras Hilda Sofía Corona Mijangos, Judith Luna Nava y la secretaria general del PRD, quienes coincidieron en señalar en la presidenta como una política comprometida con la solución de los problemas de Acapulco.
Parece que poco a poco la presidenta de Acapulco va controlando el timón de esta nave descontrolada que encontró al asumir la presidencia municipal del puerto.