De Julio Ayala Carlos
• ¿Gobernador, o gobernadora?
CIERTO. LEGAL Y CONSTITUCIONALMENTE es la gobernadora del estado, pero en los hechos quien manda y decide es su padre, el que anuncia y otorga cargos, e incluso permisos de conducir. Y es que, dice, la elección de gobernador, la del seis de junio pasado, se ganó por él, la ganó él. En consecuencia, es quien manda, quien decide, quien gobierna…es él.
Así era el plan desde un principio. Así lo tenía concebido junto con su compadre, el presidente, pero contra todos sus pronósticos, el INE le canceló la candidatura, con todo y que amenazaron con desaparecerlo, al igual que al TEPJF. Entonces echó mano de su hija, para ganar la elección, y gobernar por ella.
El resto, lo conocemos. Hay Toro, decía. Su hija era la Tora, o la Torita. Y mientras él era el de las propuestas, el de los compromisos en la campaña, su hija Como la flor…cantaba.
Ganamos, dijo el seis de junio, aunque “haiga sido como haiga sido”, como dicen que dijo un expresidente, uno de los favoritos del compadre, quien al menos éste ha tenido la decencia de darle su lugar a hija.
Hay que decirlo. Si bien el senador dice en público que quien manda es ella, a quien trata cuál si fuera una menor de edad, en los hechos es él quien lo hace.
Fue él, por ejemplo, quien dio a conocer el perfil de quiénes integrarían el gabinete de gobierno, y fue él, también, el que anunció los primeros nombramientos. Y es él, todavía, quien aún sigue quién va en cada cargo del gobierno.
Y pa´ que lo entiendan, dirían en el pueblo, si los nombramientos no llevan su firma, su visto bueno, el Vo Bo, aunque lo haya firmado su hija, no tiene ningún efecto. Así que ya lo sabes, le dijo a su secretario, a quien ante sus ausencias ha hecho senador en dos ocasiones.
Pero legal y constitucionalmente la gobernadora es…, se atrevió a decir alguno. ¿Y qué?, contestó al instante. Yo la hice ganar, yo la hice candidata; yo gané, agregó enfático.
Y, ni duda cabe, hay muchas más muestras de ello, de que así es. Incluso en la toma de protesta, el que recibió más felicitaciones fue él, a quién buscan, desde antes, para destrabar protestas, como la de trabajadores del Congreso, o como la de un grupo de jóvenes que se dicen estudiantes rechazados de la escuela de Medicina de la Uagro.
Es él, pues, que sin ser candidato, gobernador electo, o gobernador constitucional, resuelve entuertos, elige funcionarios o anuncia nombramientos. Y es él quién, desde el martes pasado, anunció que dentro de poco se habrán de ir del gabinete, cuatro peces grandes.
¿Qué no?
¿Pues qué no saben que él ganó la elección de gobernador? ¿Qué no saben que ella es su hija? ¿O a poco de verdad creen que la gente votó por ella? Jejejé.
Que te quede claro quién ganó, dicen que le dijo, como por si se le olvidó o si se la cree de que es ella quien manda en el estado, luego de que fue obligado prácticamente a desaparecer del mapa durante los tres días que estuvo en Guerrero el Presidente.
Así, sin la sombra de su padre, quien la ningunea y la hace quedar mal, no sólo con los nombramientos, sino también con los anuncios de lo que habrá de hacerse en el estado, incluso para jalarla y obligarla a que se siente en la silla del Ejecutivo, ella pudo dirigirse al Presidente en su calidad de gobernadora constitucional.
Lástima que solo estuvo tres días el mandamás porque nada más se marchó del estado, aquel volvió ocupar su papel. Vamos a vender casa Acapulco y la casa Guerrero en la Ciudad de México, reiteró el padre, para comprar medicamentos para diálisis, y la hija repitió lo mismo, acaso sin saber que Casa Acapulco no puede venderse por estar en comodato, y la de la Ciudad de México, si bien se ubica en una zona residencial, no vale tanto que hasta se la podrían donar a una exsecretaria federal.
Ésa, pues, es la historia. Se entiende, por supuesto, que en tres ocasiones ha querido ser gobernador, primero ante el hijo del Tigre de Huitzuco, luego frente al Hijo predilecto de La Laja, y por último ante el INE que le quitó la candidatura por pasarse la ley, y por considerar que por ser compadre del Presidente, y además senador, podía hacer lo que quisiera.
Lástima. Ojalá y entienda que los tiempos son otros, incluso el Hotel Muñiz. Ojalá entendiera que si bien hay que guiar a los hijos, también hay que darles su espacio, y más aún, a respetarlos. Ojalá y entendiera que con todo y la ayuda que les puedas dar, sus logros, aunque circunstanciales, son de ellos.
Así las cosas, ojalá y entienda que mucho la ayudaría dejarla gobernar.
Mientras, cada vez que está en sus oficinas, la gente se arremolina para pedirle chamba. ¡¡¡Aaaahhhh, el poder…!!!
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