• Violencia hacia mujeres no se resuelve con leyes
• Tampoco con buenas intenciones y discursos
De Julio Ayala Carlos
TIENE RAZÓN EL DIPUTADO RAYMUNDO García Gutiérrez. La mejor manera para erradicar la violencia contra las mujeres indígenas, incluyendo las niñas, y de todas las mujeres en general es la atención directa. Más aún: los abusos en su contra, y que son ancestrales, no van acabarse con leyes o decretos como suponen algunos, mucho menos con buenos deseos o porque gobierne un nuevo partido político.
Y es que, en efecto, la violencia contra las mujeres, como otras violencias, así como muchos otros males existentes en el estado, hay que decirlo, no se resuelven o se erradican con buenos deseos, con discursos, con buenas intenciones o con leyes y decretos, si éstos no van acompañados con verdaderas acciones de gobierno que tengan por objeto atender los problemas que los originan.
En efecto, como señala el diputado local por el PRD, “si no hay una atención directa en las comunidades, no se podrá erradicar la violencia en contra de las mujeres indígenas”, tras señalar que el problema de la venta de niñas, y violencia que sufren las mujeres en las regiones de la Montaña y Costa Chica del estado, tampoco se va a resolver con decretos ni con leyes.
También tiene razón cuando dice que desde que les quitaron a las mujeres indígenas los programas sociales que recibían de los gobiernos anteriores, se agudizaron sus problemas, pues “estos apoyos les daban independencia económica y social con sus parejas, lo que contribuía a disminuir las agresiones de que eran objeto”.
Es indudable que García Gutiérrez sabe lo que dice. Y es que además de ser originario de la Montaña, ha sido presidente municipal de Acatepec, diputado local y diputado federal por esa región, y ahora, nuevamente, diputado local, de tal forma que no solo conoce la problemática que enfrentan los habitantes de la Montaña, sino de las mujeres en específico, y entre estos lo que hoy se conoce como la venta de mujeres y niñas para matrimonio.
Hay que decirlo. Estos acuerdos económicos entre los padres para dar a sus hijas en matrimonio, no es nuevo, como tampoco la violencia que sufren las mujeres. Sin embargo, mientras existían los programas Solidaridad, Oportunidades o Prospera, que beneficiaban directamente a las mujeres, la violencia hacia ellas disminuyó considerablemente, pero al desaparecer estos apoyos, resurgieron las agresiones, sobre todo en agravio de las niñas.
En este sentido, el diputado Raymundo García Gutiérrez pugnó porque se realice un “trabajo social directo, en cada una de las localidades, una labor social casi familia por familia”. Sin embargo, “para eso se requiere tener un enlace en cada comunidad, tener un acercamiento y convivir con las familias de cada región, porque son costumbres distintas”.
Así es. No solo cada región tiene costumbres diferentes, sino también cada uno de los cuatro pueblos originarios, de tal forma que para atender, y en su caso erradicar esta problemática, se requerirán acciones distintas que difícilmente podrán llevarse a cabo desde los escritorios de las autoridades de gobierno, y mucho menos desde los diplomados y conferencias de los grupos de feministas que dicen velar y trabajar en favor de las mujeres.
En fin. Esperemos que el nuevo gobierno haga su parte, y más si quien gobierna el estado, desde hace ocho días, es mujer. Ojalá y lo haga, pues no es lo mismo prometer que cumplir. Sin duda, la violencia hacia las mujeres, no solo en el estado, sino en el país, es uno de los grandes problemas existentes.
Guerrero, hay que decirlo, tiene al menos dos alertas de género, precisamente por la violencia hacia las mujeres. Hoy, una activista en favor de las mujeres y contra la violencia hacia éstas, ocupa la Secretaría de la Mujer. Sin duda hará su parte. Ya veremos!
Al día de hoy, jueves, en el país suman 299 mil 669 muertes por Covid, según datos de la Secretaría de Salud federal. El número es mayor a los habitantes que tiene Chilpancingo, la capital del estado de Guerrero.
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