• ¿El recuento de los daños, en 3 años?
Por Alfredo Guzmán
Hará unos días que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador presentó su 3er informe de la administración gubernamental que preside.
Sus cuentas, sin duda son desde su visión y punto de vista, generosas con su proyecto. Y para quienes tiene embelesados, los sigue engañando y ellos le siguen creyendo.
Entiendo que no hay engaño, cuando la gente cree en algo que no existe.
No hay forma de hacerles ver otra realidad.
Cuando escucho al presidente de México que ha cumplido el 98 por ciento de sus promesas, no tengo más que quitarme el sombrero y decir, qué ingenio de #cabrón.
Sólo por fastidiar, quiero decir que yo tengo otros datos y los expongo. Y si alguien me desmiente, dejo de escribir.
Hace 3 años, México tenía medicinas. Seguro Popular. Guarderías. Refugio para mujeres maltratadas. Comedores comunitarios. Crecimiento económico. 385 fideicomisos con 700 mil millones de pesos, para resolver emergencias y dar atención a grupos que hoy no tienen opción por ningún lado.
Un fondo para desastres que hoy este gobierno, desapareció y no hay apoyos para atender desgracias que nos dejan los fenómenos naturales. Los sismos, las inundaciones, derrumbes y las catástrofes, hoy hacen su agosto y la gente clama y el gobierno federal, se ríe de ellos y ellas.
Las instituciones funcionaban sin amenazas ni amagos por desaparecerlas, si no hacían lo que les determinara el poder.
De las promesas que recuerdo no se han cumplido, mencionaré algunas.
No ha bajado el precio de la gasolina, que dijo ganando él, costaría 10 pesos el litro. Hoy cuesta 24 pesos el litro de gasolina Premium.
No hay respeto a la libertad de expresión. Hay un linchamiento contra quien opina diferente. Y desde el púlpito presidencial, se ataca a los contrarios, con un manipulador programa inquisitorial, que se hace llamar, “Quién es quién en las mentiras”.
Y para fortalecer sus descalificaciones a la oposición, utiliza todo el aparato de gobierno en su contra.
La creación de más empleos, es una treta engañosa más. Se han perdido miles de empleos y no hay forma de recuperarlos.
La pandemia y el manejo errático y equivocado, han promovido unos 500 mil muertos hasta el momento. No hay vacunas, no hay medicinas y la estrategia de mentir y manipular las cifras, afrenta a la sociedad.
Los feminicidios siguen alcanzando cifras históricas. Los ataques a las mujeres críticas y a las feministas, es recurrente y ofensivo.
No hubo rifa de ningún avión y sigue siendo mofa mundial, por el populismo que promueve.
No hay combate el narcotráfico ni a la delincuencia organizada. Es más, parece que hay contubernio y colaboración para fortalecer al partido Morena, electoralmente.
No hay respeto por el Instituto Nacional Electoral (INE), organismo que ha sido y es paradigma mundial por la independencia con que se maneja y los resultados que le entrega a la sociedad mexicana.
La corrupción en este gobierno, es escandalosa, igual o peor que antes en los gobiernos, neoliberales. Y no hay un solo castigo contra nadie, sólo hay persecución y amenazas a los enemigos de este gobierno.
De las cifras de la vergüenza Amlo acumula en 36 meses que lleva gobernando 90 mil 892 muertos por la violencia entre bandas. Cifra que rebasa en mucho a los muertos de Peña Nieto y Calderón juntos. Triste realidad.
El ejército sigue en las calles. La economía no camina. Los grandes proyectos suben sus costos hasta en 30 por ciento más, en el caso del Tren Maya y lo que aún falta, pues la obra lleva rezagos complicados de resolver. Las obras han destruido la poca selva que había.
El aeropuerto Felipe Ángeles, no funcionará porque las aerolíneas internacionales rechazan usarlo por su mala construcción y falta de conexión y operatividad.
La refinería Dos Bocas, sigue destruyendo el entorno marino y sus costos siguen subiendo.
Seguir el recuento de los daños en tres años, es de pena ajena.
Y en breve millones de ciudadanos, dirán que están mejor que ayer. ¿Será?
Al menos en mi casa, mis 3 hijas e hijo y compañera, hoy están arrepentidas de haber votado por este señor. ¿Qué dicen en tu casa, amigo, amiga?