• ¿Pájaros en el alambre?
Por Alfredo Guzmán
El espionaje telefónico que se hacía en los tiempos neoliberales, es el mismo que se realiza hoy y tiene los mismos efectos, busca generar zozobra, inquietud y en su caso, enturbiar el ambiente político.
¿Quién tiene capacidad de conocer lo que circula por el alambre?
Normalmente quien tiene poder. Y son las policías, los gobiernos federales y las empresas que venden espionaje, que por cierto cuesta mucho. Y quien compró la grabación, y hacer que circule buscó confrontar al PRI.
Recientemente se hizo circular una llamada telefónica, ocurrida posterior al nombramiento de Mario Moreno Arcos, como candidato al gobierno de Guerrero, por la coalición PRD- PRI en Guerrero.
La editaron, sacaron de contexto varias cosas, pero el efecto que se buscó, se logró.
Tengo en mi poder 10 declaraciones de gente cercana a Morena que ya mienta madres y hace un retrato del momento que se vive al interior de esa organización donde los quejosos, reclaman haber trabajado en favor, primero de Félix Salgado Macedonio, entregando cuantiosas cantidades de dinero, sirviendo de chofer, haciendo comilonas, trasladando gente a votar, generando condiciones para el apoyo a la ahora candidata electa, para su triunfo y han quedado relegados de los nombramientos a puestos de relevancia.
Al revisar sus declaraciones, entiendo que todos se sienten generales.
“Hemos quedado fuera”, es la frase que más se escucha entre los grupos que hicieron talacha, trabajo organizativo, convencieron a personas y realizaron coperachas y apoyos diversos, y se quejan de que los priistas y panistas o gente cercana a ex gobernadores de Guerrero, se han apoderado de lo mejor que se puede otorgar.
¿Quién decide los nombramientos? Es evidente y obvia la respuesta.
Luego de hacer un análisis de la grabación, del contexto en que se hizo y el momento de su liberación, se entiende que hay interés de buscar generar división en el PRI, por eso se compró el contenido. Luego entonces, a partir de ahí, se entiende quién se beneficia con su distribución.
No veo a un PRI dividido. Si veo a un PRI que perdió, pero ya ha ocurrido y no los veo matándose ni acusándose de nada. Observo que los casi 600 mil votos, los coloca como interlocutores en todos los ámbitos. En el Congreso, en los municipios y en la toma de decisiones.
Quien liberó la grabación, puede tener muchos motivos, pero evidentemente que buscó rompimientos en el interior de esa organización.
A pregunta expresa con quien aparece hablando, asegura que habrá de acudir a denunciar el hecho.
Entiendo que a esos niveles de la política, todos los actores, se llevan pesado.
Y bueno, hay quienes por eso o menos se matan. Hoy no veo que eso esté ocurriendo en el PRI, ni en ningún otro partido.
Aunque el parto de las candidaturas pasadas en Morena, fue tan complicado, que quienes al interior de esa organización liberaron el escándalo de que el papá de la hoy gobernadora electa, tenía 5 denuncias por violación y diversos hechos delictivos, fue cruel.
Algunos consideran que fue rudeza innecesaria. Hoy todavía conozco a varios que siguen reclamando que quien se quedó con el pastel entero en Morena fue un grupo y que a los demás les dieron las sobras.
Así se las gastan, las riñas y enfrentamientos en todos los partidos políticos.
En el PRI, no debe ser la excepción. No tarda en que aparezcan juntos Mario Moreno Arcos, Manuel Añorve y Héctor Astudillo Flores y los grupos de poder, pues siguen vivos y deberán ser estratégicos para seguir en lo que les da vida y poder.
Su experiencia es importante.
La pregunta que tengo, es si en Morena, los grupos de poder, tendrán la misma capacidad de tragar sapos y lodo, cuando haya crisis. Lo que observo es que hay quienes quieren venganza.
No sé de qué, si hasta ahora han resultado ganadores de la gubernatura, hasta que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TRIFE), no diga nada en contrario.
La gente de Pablo Amilcar son relegados de las Comisiones en el Congreso y en los municipios los quieren acorralar. Los ven como apestados. Así ocurre con otros que cuestionaron a Félix.
No observo una política unitaria en Morena. Eso le puede pesar y quien lo promueva, se puede arrepentir.
No son partido y no tienen capacidad organizativa, para muchas cosas. Cada quien ve sus intereses.
Y la queja de muchos es que los compromisos no se están respetando.
Al tiempo.