(Carta a Don Héctor)
• Un ciclo escolar se recupera, la vida no
• Volver a clases, decisión de los padres
De Julio Ayala Carlos
CUIDAR LA SALUD, PARA PRESERVAR LA VIDA, no sólo es prioritario en medio de una pandemia como la del Coronavirus que tan sólo en México ha matado a más de 250 mi personas según las cifras del gobierno, aunque se presume que son el doble, es decir, medio millón, sino esencial para el país, de ahí que resulta no sólo irresponsable y hasta criminal el que el gobierno federal exija que los estudiantes regresen a las escuelas a pesar de que la tercera ola del virus es más peligrosa, y a pesar también de que a los niños y jóvenes se les niega la vacuna.
Y es que más allá de que la educación es esencial, lo es más la salud de los mexicanos en estos momentos de pandemia, pues sin ésta, no sólo no se puede ir a la escuela, sino tampoco al trabajo en cualquiera de sus modalidades y áreas, de tal modo que arriesgar a los estudiantes, incluidos los niños, para asistir a clases presenciales, es hasta perverso y mezquino.
Cierto es que el Presidente es el jefe de las instituciones y comandante supremo de las fuerzas armadas del país según la ley, pero es también muy cierto que su palabra, y sus deseos no son la última palabra, de ahí que si bien ha mandatado el regreso a clases para fines de este mes de agosto, en medio de la tercer ola de la pandemia que es la más peligrosa, la decisión de los padres de familia es fundamental, es decir, para llevarlos a la escuela o no, así como de los maestros que si bien han sido vacunados en su totalidad, no los exenta de contraer el coronavirus, enfermarse y contagiar a los estudiantes, y éstos a la vez transmitir el Covid a sus familiares.
Hay que decirlo. Con todo y las deficiencias, el ciclo escolar anterior pudo salvarse, como lo demuestran las inscripciones al grado escolar superior. Es decir, con todo y pandemia la educación de los estudiantes no se ha detenido aunque con un gran esfuerzo de los propios alumnos, maestros y padres de familia a través de las clases a distancia, de ahí que pierde su valor el argumento de que es esencial su presencia en las aulas, como si la muerte no rondara en el aire, y como si la salud y la vida de los niños y jóvenes no importara a nadie al Presidente.
Es indudable que tienen razón quienes por sobre las clases presenciales, argumentan que lo primero es la salud y la vida de los alumnos. En el peor de los casos un ciclo escolar puede reponerse, lo que no sucede con la salud, y mucho menos con la vida, con todo y que se tomen en cuenta las medidas de prevención para evitar el virus, de ahí que se pone en riesgo la salud y vida de los padres, de los hermanos, de los abuelos y de todos quienes rodean la familia de los estudiantes.
Por cierto, a partir de este lunes Guerrero se encuentra en semáforo rojo, como consecuencia del incremento en el número de contagios y muertes por Covid. En este sentido el gobernador del estado, Héctor Astudillo Flores, dio a conocer una serie de medidas para evitar el contagio, las cuales deben acatar establecimientos públicos y privados, cerrados y abiertos, y que incluyen además el porcentaje que deben albergar y la distancia entre los asistentes.
Así por ejemplo, las tiendas comerciales y de autoservicio, sólo podrán operar con un 50 por ciento de su capacidad; tiendas de conveniencia y vinatería, también al 50 por ciento; hoteles al 40 por ciento; gimnasios al 30 por ciento; yates de recreo al 30 por ciento; restaurantes, al 50 por ciento; cines, 30 por ciento; congresos con espacios abiertos, previa autorización; congresos con espacios cerrados, suspendidos; eventos deportivos con espacios abiertos previa autorización; museos, al 40 por ciento; los eventos sociales se suspenden, así como el funcionamiento de establecimientos cuyo giro principal sea la venta de bebidas alcohólicas. Las playas solo con un 40 por ciento de aforo, con horario restringido, evitando además aglomeraciones. El transporte al 50 por ciento, y los mercados al 50 por ciento de su capacidad. Todos con la sana distancia, mascarilla y gel antibacterial. En total son 25 puntos que deben considerarse.
Entonces, ¿cómo es que pretenden que asistan los estudiantes a las aulas si las propias autoridades suspenden las actividades en los espacios cerrados como lo son las aulas o salones en los que los alumnos reciben clases? Claro, de acuerdo a las autoridades de gobierno, las medidas sólo surtirán efecto hasta el 25 de agosto, y la pregunta es: ¿y luego?
A propósito, los maestros tendrán que vacunarse de nueva cuenta para reforzar sus defensas contra el Covid, toda vez que junto con los hombres y mujeres de la tercera edad recibieron la vacuna Cansino, la cual si bien es la de mayor eficacia, la empresa que la produce dio a conocer que se debe reforzar en un periodo de seis meses a partir de que se haya puesto. Es decir, los mentores seguirán estando expuestos al contagio y en consecuencia los estudiantes.
Así que está en manos de los padres de familia, y de los maestros, hacerle caso a López Obrador, decidir si hay clases presenciales o deciden ignorarlo con el fin de proteger la salud y la vida de sus hijos, de los estudiantes. Cierto, la educación es esencial, y por eso hay clases a distancia, pero la vida es prioridad. Lástima que el presidente vive en otro mundo, y peor aún, que niegue las vacunas a los niños y jóvenes.
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