• La tercera ola y la falta de conciencia
Por Roberto Santos
Es cierto que las campañas electorales dejaron su estela de contagios, pero también lo es que la misma población ha reducido sus esquemas de protección ante el riesgo de contagio de Covid-19.
Hoy son los jóvenes y los niños los que están padeciendo esta enfermedad y, desgraciadamente, también muriendo.
Pero no todos se preocupan por la presencia de la pandemia y por la tercera ola generada por los cambios de semáforo y por la inconsciencia colectiva.
Tampoco por la variante Delta, que es más contagiosa, a decir de los especialistas.
La sociedad mexicana tiene sus particularidades, y serán los especialistas quienes expliquen por qué ante los riesgos, las personas antes que cuidarse salen sin cubrebocas, sin gel antibacterial y, todavía, acompañados de sus niños, de igual manera sin protección.
Es decir, no logran tomar consciencia de la gravedad de la pandemia.
Ah, y se enojan si alguien les pide que usen cubreboca, al momento de abordar el transporte público.
Hay quienes se la pasan de festejo en festejo, al punto de ser necesario deshacer los tumultos por los jaripeos, y pronto va a ser necesario controlar las fiestas familiares.
Esta tercera ola de contagios se viene a sumar a los problemas de ansiedad que se ha generalizado en la población y el dolor por la pérdida de seres queridos, amigos y conocidos por este padecimiento.
Y si algo recorre a este país, además de la pandemia, es el duelo de la población ante tantos fallecimientos.
La pérdida de ingresos por falta de empleos y la incertidumbre en el futuro contribuyen a esos estados ansiosos de las personas que se enfrentan a la incapacidad de no poder hacer nada para darle solución al devenir inmediato.
Es necesario escuchar a las autoridades del estado y municipales, las que una vez más implementan acciones para evitar la propagación del virus del Covid-19.
Y es necesario acelerar la vacunación para los jóvenes de Acapulco y Chilpancingo, donde el problema es más fuerte.
El gobernador Héctor Astudillo ha anunciado el retorno de los operativos de módulos de sanitización y concientización en las ciudades y zonas turísticas.
Así como cuidar los porcentajes en aforos, mantener la sana distancia, respetar horarios y uso de cubre bocas obligatorio como se publicó en el Periódico Oficial del Estado, para mitigar los riesgos de contagios en bares al aire libre, transporte y playas.
Lo mismo están realizando las autoridades de Chilpancingo encabezadas por Antonio Gaspar, controlando el transporte público, los aforos en bares y pidiendo mayor control en reuniones familiares festivas.
Quizá antes que realizar cientos de pruebas, se pudiera crear un protocolo de atención inmediata ante los primeros síntomas, con el fin de disminuir la gravedad de la enfermedad en pacientes y evitar con ello la hospitalización.
Eso reduciría la necesidad de utilización de camas.