• Busca llegar allá donde se toman las grandes decisiones, la aspirante a la diputación federal por el Distrito 09 de Acapulco
Por Francisco Javier Flores V.
ACAPULCO, Gro., 19 de marzo del 2021.- Cansada de escuchar una y otra vez la excusa de que las obras o acciones no se hacen porque el recurso tiene que venir “de allá arriba”, Lily Pinacho decidió tomar al toro por los cuernos y buscar un espacio en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, para incidir en el presupuesto federal que se destine para Guerrero y ya no haya pretexto para que no se lleven a cabo las cosas.
“Vivo en una zona en donde existen muchísimas carencias, por eso quiero estar allá, donde se toman las grandes decisiones”, expresó en entrevista Ana Lilia Pinacho Quiterio, la enfermera de profesión que a través del partido Fuerza por México busca la diputación federal por el Distrito 09, de Acapulco.
“Siempre te dicen es que el recurso es federal, porque el recurso local ya viene asignado, entonces por ahí la inquietud de decir vamos al Congreso federal a tomar decisiones. Y es que, como lo he platicado con algunas personas, a veces no es que el gobierno no te dé, sino que el recurso se ha venido manejando complicadamente, llega a manos equivocadas y no directo a donde tiene que llegar, se va quedando en el camino”, abundó la joven mujer de bellos rasgos y moreno color.
Por ello, dijo que decidió aceptar la invitación que le hicieron de participar en el partido rosa, para impulsar el cambio desde el humanismo, apelando al buen corazón, buscando solucionar los problemas ancestrales que viven los acapulqueños, tanto los de la zona turística y urbana como de la zona rural, hasta donde abarca el Distrito que busca representar.
Egresada de la escuela de Enfermería 3 de la UAGro, en Ometepec, Lily Pinacho, como es cariñosamente conocida, lleva varios años radicando en Acapulco, en donde se ha dedicado gran parte de su tiempo a curar de manera altruista a las personas que padecen pie diabético, mediante una técnica aprendida a médicos cubanos, que le ha dado excelente resultados, sobre todo en evitar la amputación de extremidades de los pacientes y su total rehabilitación.
Esta labor, asegura, la lleva a cabo de forma desinteresada, incluso en ocasiones aportando el material cuando la gente es de muy escasos recursos, o yendo hasta los domicilios porque no pueden trasladarse por sus propios medios, lo mismo atendiendo a personas en pobreza que a gente de clase acomodada. “Yo no pongo filtros, atiendo a todos por igual pues todos merecen respeto como seres humanos”, expresó.
En Fuerza por México, dijo, “somos gente que queremos un cambio radical, sin disciminación, queremos cambiar la vieja forma de hacer política, porque la política en sí no es mala, pero hay que manejarla como es, escuchar el corazón de la gente, conocer la problemática para que podamos avanzar, a la mejor no lo vamos a lograr de un día para otro, pero confío en que vamos a ir transformándola poco a poco para las nuevas generaciones; a mí me inquieta mucho el que mis hijos tengan una vida diferente, sana, con armonía, como se hacía antes que tus vecinos te cuidaban, tu gente te decía vente, vámonos porque acá hay progreso”.
Dijo que una de sus ventajas es que no trae “padrinos” políticos y por lo tanto su único compromiso es con la gente, “a la que queremos servir desde el corazón, desde la visión de saber el dolor, porque somos personas que hemos sentido ese dolor de las colonias, hemos vivido todo lo que vive la gente que de repente no tienen la oportunidad de tener un buen trabajo, o de con quién me puedo llevar para poder estar en una posición diferente, por eso Fuerza por México es la esperanza del cambio”, remarcó.