- Han fallado quienes dijeron que iban a ayudar a Andrés Manuel a la Cuarta Transformación, reprocha la luchadora social que busca ser candidata por el Distrito 04 Federal
Por Francisco Javier Flores V.
ACAPULCO, Gro., 29 de enero del 2020.- “Los seres humanos somos maravillosos; y si hay algo que nos distingue, es justamente la maravilla de amar. Cuando eso se apaga, surgen todos los males y yo siento que nuestro pueblo es increíblemente maravilloso”.
Es el pensamiento de Aidé Ibárez Castro, un referente de la lucha social en Guerrero, de la defensa de los derechos humanos y ciudadanos, y un ícono de la auténtica izquierda guerrerense.
Fiel seguidora e impulsora del proyecto de nación del entonces candidato Andrés Manuel López Obrador en 2006, 2012 y 2018, hoy está decidida a participar activamente en la Cuarta Transformación que enarbola AMLO ya como Presidente de México.
Y pretende hacerlo, justamente, desde donde se toman las grandes decisiones, por eso busca ser candidata a la diputación federal por el Distrito 04 de Acapulco, para representar a Guerrero en la Cámara Baja del Congreso de la Unión.
Apoyar a Andrés Manuel
¿Y qué es lo que la motiva? Se le pregunta en entrevista concedida en su oficina, en el centro de la ciudad y su respuesta parece simple.
“En estos momentos nuestro país necesita legisladores que realmente representen a la población que los va a elegir. En Guerrero somos pobres el 67 por ciento, y hay un 37 por ciento en extrema pobreza, por eso para quienes estamos propuestos a representar a ese 67 y ese 37 por ciento, tiene alta significación; bajar ese porcentaje a un 50 o a la mejor a un 40 por ciento de pobres, y la extrema pobreza bajarla a un 5 por ciento”, refiere.
Y añade que, justamente, la Cuarta Transformación tiene ese propósito, “mejorar la economía, la vida de sus instituciones públicas, regular el quehacer de las empresas, de la industria privada, que vaya al ritmo de una sociedad, hacia una transformación económica, política, social, medioambiental, que se refleje en cada rincón de nuestro país ese cambio positivo, que motive a todos a ser mejores; profesionales, campesinos, empresarios, intelectuales, etcétera”.
Lamentablemente, señala, “los representantes populares que ganaron en el 2018 y dijeron que iban a apoyar al pueblo, a la Cuarta Transformación, no lo están reflejando, por eso este proceso va lento, siendo que la población ya tiene urgencia de que ésta llegue, por eso me atreví a buscar el apoyo de los acapulqueños del Cuarto Distrito Electoral Federal, para ayudar a que se resuelvan los grandes problemas que aquejan al país”.
– ¿Qué pasó ahí? ¿Se equivocó Morena con sus candidatos? ¿Se tiene que reivindicar para que ahora si escoja bien a quienes van a representar al partido en estas elecciones?
– No, Morena no se equivocó, Morena propuso un proyecto con el presidente, se equivocaron los que creyeron que iban a usar ese proyecto y a ese presidente para sus fines personales. Y se equivocaron porque el pueblo los está observando, los conoce, ya los tiene identificados, ya saben que ellos no impactaron en nada, y saben que Andrés Manuel, con el proyecto que va empujando, con los compañeros que sí estuvieron con él, apoyándolo, sí está impactando en las vidas de los más pobres.
Desafortunadamente, dice la luchadora social, quienes utilizaron a Morena para llegar a espacios de poder ven al partido “como un árbol de manzanas en el paraíso, y sin escrúpulo alguno van por todas las manzanas, no a comerse sólo una, quieren llevarse el árbol con todo y raíz”.
No entendieron, dice, que el proyecto de nación es para todos los mexicanos, no solamente para unos cuántos.
Riqueza del alma
La doctora Aidé es a simple vista una mujer fuerte, con temple, de carácter. Pero también es una persona muy humana y sensible. Y ese humanismo aflora cuando, dentro de la charla con el reportero, cuenta una anécdota que le ocurrió en diciembre, hace unos cinco o seis años.
Junto con su esposo –relata- fue a vacacionar a San Juan Chamula (Chiapas), limitados de recursos, como casi siempre que viaja, pues toda su vida han sido asalariados. En alguna plaza, vieron un vestido, un traje típico que le gustó para su hija y se lo compraron. Ella, como toda mujer, también quiso comprarse al menos una blusa, pero debido al poco recurso que llevaban tuvo que desistir.
Siguieron caminando y llegaron a un mercado. Ahí, en uno de los puestos, observaron a una señora que vendía blusas muy bonitas. Se acercó, pidió le mostraran una que le encantó, sin embargo, al preguntar el precio, si bien era más barato que donde compraron el vestido a su hija, el dinero que llevaban era insuficiente.
Con resignación tomó la pieza, la volvió a colocar donde se estaba exhibiendo y sonriéndole a la mujer se disculpó: “Híjole, no me alcanza”, le dijo.
Al llegar a esa parte del relato, su voz se quebró y sus ojos comenzaron a humedecerse y adquirieron un brillo especial, pero hizo un esfuerzo por continuar.
¿Qué vio la comerciante en esta mujer costeña? Sólo Dios lo sabe.
Aidé Ibárez prosiguió: “Esa mujer que nunca me había visto, que no me conocía, agarró la blusa y me dijo: “Este es mi regalo de Navidad para ti. Yo de inmediato le dije: “No, ¿cómo vas a creer? Yo no te puedo quitar esa venta”, sin embargo ella insistió: “Te estoy diciendo que este es mi regalo de Navidad para ti”. Al decir esto, la doctora no pudo ya contener el llanto, gruesas lágrimas rodaron por sus morenas mejillas y la embargó la emoción al recordar ese noble gesto.
“Me sentí el ser más favorecido en la vida; ahí es donde tú dices ¿por qué? ¿Qué nos hizo conectarnos de esa manera? ¿Por qué me regala algo alguien a quien todos consideramos que están más pobres que nosotros? Eso me demostró la riqueza tan profunda que hay en nuestros corazones, cuando una gente humilde te regala algo a pesar que lo necesita, eso no tiene valor, te lo llevas en el alma para siempre y te hace querer ser un gran gigante para defender ese querer vivir mejor, y te das cuenta que eres de ese pueblo, que tú eres de esa nación, que esa es tu gente por la que debes luchar”, expresó entre sollozos mientras se secaba las lágrimas que brotaban de sus grandes ojos.
Que el pueblo se exprese
Fundadora, integrante del Consejo Nacional Consultivo de Morena; exconsejera nacional del partido, la doctora Aidé es además de humanista, honesta, responsable, comprometida y siempre se conduce con ética en todas sus actividades.
Está convencida de que no solamente Morena, sino todos los institutos políticos tienen que escoger a sus mejores cuadros para la competencia electoral, pues desde su punto de vista no hay partidos malos; lo que pasa, dice, es que “no entendieron el propósito de nuestros héroes sobre el sistema de partidos, era para crear disertaciones de los problemas nacionales, con partidos fuertes, democráticos, capaces, competentes para transformar el entorno a un país de bienestar”.
Añade que, de hecho, los documentos que los rigen “son maravillosos, (pero) necesitábamos un PRI fuerte, un PRD, un PAN fuertes, entonces decir: vamos a analizar los problemas de la nación, para tomar decisiones y transformar el problema o la adversidad en un triunfo nacional; pero como no son fuertes, porque no tienen al pueblo, porque lo enfadaron, porque lo explotaron, porque lo empobrecieron, lo enfermaron, entonces ¿para qué queremos seguir manteniendo a esos personajes? ¿Para que vayan a votar en contra del pueblo?
Por eso es necesario que el pueblo analice quién le sirve a nuestra nación, “y quitar, porque tenemos el poder, a quienes no le sirvan”, y este proceso electoral que culmina en junio es una excelente oportunidad para que el pueblo se exprese mediante su voto.
Para ello, sin embargo, se tiene que sortear primero el proceso interno al interior de su partido.
– ¿Vislumbra y proceso complicado, hay confianza en que salga bien el proceso?_ se le inquiere
– Sí hay confianza. Puedo no quedar yo, incluso, pero lo que me importa es que la gente sepa lo que es la Cuarta Transformación; que la gente vea que tiene el poder de trasformar. Ahora, si la gente me apoya lo vamos a lograr juntos, eso va a ser grandioso, porque muchas colonias el día que vino Andrés Manuel se movilizaron para decir que yo era su candidata y que ellos pedían el apoyo para mí, para que yo fuera la candidata, eso es diferente.
El presidente no quiere que se mueran
Con 46 años de trayectoria impartiendo cátedra en las aulas universitarias –en la UAGro, ¿dónde más?- y 36 años ejerciendo la medicina, Aidé Ibárez no deja pasar la oportunidad de pedir a la población que se cuide ante la pandemia del Covid-19.
“Que tomen en serio las medidas sanitarias, porque si una sola muerte es una ausencia que duele, ahora con todas las que tenemos por la mala estructura del sistema de Salud, son muchas ausencias y eso lastima el corazón, lastima el alma de sus familias, de sus vecinos, de quien los conoce, incluso de quien no los conoce. Necesitamos que se cuiden porque si mueren no sólo le hacen falta a su familia, le hacen falta al país, a la nación; le hacen falta al presidente que tenemos ahora, nos falta mucho camino por andar, vamos juntos a cambiar este país, por ello les pido que se cuiden, porque el presidente Andrés Manuel no quiere que se mueran, quiere que lo ayuden”, finalizó.