- No hacer leña del árbol caído
Por Jacko Badillo
El presidente de México Andrés Manuel López Obrador es, ante todo, un ser humano que como usted, como yo, como todos, merece respeto.
El anuncio de que se contagió de Covid-19 debe ser algo serio y que a la gran mayoría de mexicanos debería preocuparnos, como nos preocupan igual las miles de personas que se han contagiado, máxime por el elevado número de muertes que por esa causa se han registrado.
Hacer burla o escarnio de esa desgracia no es de ninguna manera buena estrategia para pretender demeritar la tan alta responsabilidad que tiene de dirigir a nuestro país, en las condiciones tan adversas que le han tocado gobernar, no solamente por la pandemia, y que pese a ello se mantiene la gobernabilidad. No debemos, pues, hacer leña del árbol caído.
Sabemos que el coronavirus ataca con más fuerza y letalidad a las personas de mayor edad, son las que corren mayor peligro, y que la tasa de mortalidad aumenta exponencialmente a partir de los 65 años, aproximadamente, por lo tanto este sector de la población es el que debe recibir protección especial, sobre todo si además sufren enfermedades previas como diabetes, hipertensión, entre otras.
No hay que perder de vista que se trata del presidente de los Estados Unidos Mexicanos, que si bien ha dicho que son síntomas leves y que ya está siendo atendido por un grupo de especialistas, no está exento de sufrir complicaciones, por lo que desde aquí le enviamos los mejores deseos para una pronta recuperación.
Más allá de colores partidistas, de ideologías o de aspiraciones personales, creo que en estos momentos todos debemos hacer votos porque el jefe del Ejecutivo nacional recupere la salud, pedir que la mano de Dios guíe a los médicos que lo están atendiendo, y que pronto podamos verlo nuevamente activo, reincorporándose a sus actividades cotidianas. De corazón, es lo que deseamos.
Mientras tanto… ¡Jálalo que es pargo!