Epístolas Surianas (Carta a Don Héctor) De Julio Ayala Carlos

• ¡Por quién votar para gobernador?

¿POR QUIÉN VOTAR? SÍ, ¿POR QUIÉN VOTAR EN LAS ELECCIONES? La pregunta parece ser sencilla; sin embargo, es más complicada de lo que parece, más allá de nombres, apellidos y partidos. ¿Por quién votar para gobernador, para alcaldes, para diputados locales y para diputados federales? ¿Quiénes deben gobernarnos, y representarnos en su caso? ¿Qué cualidades o atributos deben tener nuestras futuras autoridades?

Hay que decirlo. Salvo raras excepciones los guerrerenses en lo particular, y mexicanos en general, han elegido, desde el presidente de la República, y ahí está caso de quien hoy gobierna al país, a gente sin escrúpulos, mentirosos, irresponsables, corruptos y bandidos. Gente que ha llegado al poder para hacer negocios, ya para ellos o para su grupo, haciendo de la impunidad su marca personal.

Sin embargo, hay excepciones. La situación que guarda el país, de pobreza y marginación es un ejemplo de malos gobiernos, como consecuencia de presidentes, gobernadores y alcaldes bandidos, con la complacencia de senadores, diputados federales y diputados locales también corruptos, y que deben, como estable la Constitución, ser el contrapeso a las decisiones y acciones del Poder Ejecutivo.

¿Por quién pues votar, en el caso de Guerrero, en el 2021?

Más allá de nombres y apellidos, y de partidos políticos, en las elecciones del seis de junio del año próximo, los guerrerenses, hombres y mujeres, deben votar, o deberían hacerlo, por gente honrada, honesta, transparente, responsable, comprometida, trabajadora y con resultados concretos.

Y es que gobernador Guerrero no es nada sencillo. Se requiere además, gente capaz; con capacidad para atender y resolver los problemas que tiene, muchos de ellos, como la pobreza y la marginación, estructurales. Se requiere de quien conozca el estado, sus regiones, su gente, sus familias incluso. Se requiere además de gente experimentada, de alguien que en los cargos públicos, haya entregado resultados.

Gobernar Guerrero, y entregar resultados, nada tiene que ver con la popularidad, con los chistes o las ocurrencias, tampoco con quien tiene buenas intenciones o ser el más joven o bonito, y mucho menos con quien cree tener los amarres políticos para ser candidato. Gobernar Guerrero, hay que decirlo, tiene que ver con, ya lo hemos dicho, con quienes han tenido resultados concretos en el servicio público.

Por supuesto, cada quien es libre de votar, llegado el caso, por quien quiera y lo considere pertinente. La ley establece que cada ciudadano mexicano tiene el derecho de votar y ser votado, con las restricciones que establece la misma. Sin embargo, más allá de las preferencias políticas y compromisos partidistas, los guerrerenses en lo particular deberían, desde ahora, practicar un examen de conciencia de por quién votar en el 2021.

Claro. Habrá quién diga que falta mucho. Que ni siquiera hay candidatos; que hasta ahora hay aspirantes, y es cierto. No obstante, precisamente de entre éstos saldrá el próximo gobernador del estado.

Desde ahora hay que decirlo. ¡Basta de corruptos! De quienes hoy se venden como honestos, responsables y comprometidos con los guerrerenses, cuando su propia vida los desmiente. Basta de lobos con piel de oveja, prometiendo que han cambiado y ahora sí van a trabajar por el pueblo.

¡Basta ya de esos falsos mesías! Que quienes se aprovechan de la inocencia o la buena fe de la gente, de su necesidad y de su hambre. Basta de las dádivas y las promesas de esperanza sustentadas en la demagogia. ¡Basta de quienes venden falsas ilusiones, y de compromisos imposibles de cumplir!

¡Basta pues de los corruptos!

Guerrero y el país, hay que decirlo, no puede seguir siendo inventado cada seis años. Hay que fortalecer lo que se ha hecho bien e innovar en lo que se requiere. No todo está mal en el estado, como para destruir todo lo que se ha hecho. En síntesis, está en riesgo el futuro de los guerrerenses, de nuestros hijos.

Por sus frutos los conoceréis, dice una sentencia bíblica. De los que aspiran a gobernar el estado, todos han ocupado cargos públicos. Allí están los resultados de lo que hicieron.

Ojalá, pues, los guerrerenses no se equivoquen. Y es que, de los aspirantes a gobernador, la mayoría difícilmente pasa la prueba de la honestidad y la honradez.

Comentarios: epistolassurianas@hotmail.com

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