- Y se rompió el roble
Por Armando Ventura
Cuando tenía 12 años recuerdo que en la casa cada fin de semana me convertía en mesero de mi padre, en virtud de que en esos días lo visitaban sus amigos de la colonia y se tomaban sus cervezas, pues mi madre vendía –para ayudar en la economía del hogar- en la casa refrescos y cervezas a los vecinos; adaptando para ello -en el patio de la vivienda- unas mesas con sus sillas para las clásicas reuniones que sostenía mi padre debajo de un frondoso árbol de tamarindo.
Ya encaminado en mi calidad de mesero, el que esto escribe les atendía con esmero pues -emparejada con esa atención- obtenía unas buenas propinas; en uno de esos viajes a las mesas, mi padre conversaba con un carpintero que tenía su casa y taller a una cuadra de mi casa, en donde le pedía un mueble de un material resistente, alcanzando sólo a escuchar que el maestro del serrucho en voz alta le contestaba a mi padre: “…entiende Lucas –así se llamaba mi finado padre-…EL ROBLE NO SE ROMPE”.
Caso contrario está sucediendo con otro roble, el cual sostenía que tampoco se rompería; me refiero a la ex titular de la extinta SEDESOL y SEDATU, respectivamente, en el sexenio anterior que presidia Enrique Peña Nieto, pues es público y notorio que su lealtad a los amigos, jefes y ex colaboradores sería irrompible, cuando menos eso sostenía en su cuenta de twitter el 26 de octubre de este complicado 2020, posteando lo siguiente: “También sé que lo que pretenden para que yo tenga mi libertad (como en otros casos) es que señale como responsables a ex colegas míos, de mayor jerarquía en el gabinete del sexenio pasado, con el objetivo de dirigir hacia ahí sus baterías” y continúa manifestando: “No quiero que se abran estas pesadas puertas con la mentira y la falsa delación disfrazada de testigo colaborador. Aspiro a que sea con la verdad y demostrando mi inocencia, lo que seguramente se logrará si prevalece el Estado de Derecho y se aplica la ley”.
En efecto, al someterse al criterio de oportunidad que le otorga el Código Nacional de Procedimientos Penales para recibir inmunidad penal para los imputados que proporcionan información valiosa sobre delitos de mayor gravedad a los que le atribuyen, hoy le ofrece a la Fiscalía General de la República rebelar esa información, en los cuales describirá -de forma específica- a dónde fueron a parar los más de cinco mil millones de pesos que destinó a otras funciones ajenas a las dependencias de la que fue titular, procediendo a señalar a esos ex colegas suyos de mayor jerarquía en el gabinete pasado, a donde se enfilarán las baterías gracias a su colaboración.
De igual forma, pudo más el tiempo en prisión para doblegarla y desdecirse en cuanto a su twitt de que no aceptaría ser testigo colaborador por considerarse inocente de los delitos imputados y que aspiraría a salir de la cárcel demostrando su inocencia y en base a la verdad…cosa que tampoco sucedió, pues al aceptar ser acogida por el criterio de oportunidad, aceptará los señalamientos hechos por la FGR y como consecuencia la culpabilidad de los delitos imputados; todo por disminuir años a su condena.
Rosario se rompió, pudo más la soledad en la que la dejaron esos que le prometieron lo contrario; no resistió la traición recibida por su subalterno y colaborador más cercano en las dos Secretarías de Estado, Emilio Zabadùa, quien se le adelantó a recibir la protección de la fiscalía; ahora, ella tendrá que traicionar a sus ex jefes y ex colegas de mayor jerarquía en el gabinete -LUIS VIDEGARAY, MIGUEL ANGEL OSORIO CHONG y ENRIQUE PEÑA NIETO-, quienes gozan de mayor comodidad en sus finas residencias a diferencia de una celda de dos por dos en la que habita la ahora ex secretaria de Estado.
Por lo antes señalado, a ciencia cierta no tengo idea si después de colaborar con la fiscalía la justicia alcanzará a sus “ex colegas”, pues se tendría que analizar si a la fecha que pretendan integrarles las carpetas de investigación los delitos que les piensen fincar no hayan prescrito, pero de lo que sí tengo idea es que el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, capitalizará políticamente con eficacia esas investigaciones de corrupción del partido político (PRI) al que pertenecen –todavía- esos personajes, procurando que en plena efervescencia electoral -por los puestos que se disputarán el próximo año- reciba ese instituto político un fuerte golpe mediático y social que pondría en riesgo su registro como partido si le comprueban –aún sin sentencia condenatoria- que utilizaron parte de los cinco mil millones de pesos para financiar campañas electorales; una maravillosa jugada electoral por parte del Presidente.
El mueble de roble se rompió, no aguantó tanto peso en él; posiblemente alcance a repararse con el tiempo, pero lo que a lo mejor ya no se salva de la caída…serán a los enceres que sostenía.